En el mítico Santiago Bernabéu de Madrid, y tras el
escándalo que obligó a mudar la final, River tuvo su gran y merecido festejo:
con un segundo tiempo y un alargue contundente, sacó de la cancha a Boca, lo
venció por 3-1 y se consagró campeón de la Copa Libertadores de América.
El primer tiempo en tierra española fue una batalla con muy
poco fútbol y mucho roce. Todo se abrió en el minuto 43, cuando un error de
Andrada casi le regala el gol al Millonario pero terminó provocando una contra
letal: Nández asistió a lo Riquelme a Darío Benedetto, que ante la salida de
Franco Armani definió perfecto para el 1-0.
Pese a que el árbitro cobró falta en ataque, el Millonario
siguió apretando y llegó al empate: Nacho Fernández y Palacios la armaron para
que Pratto la empuje al 1-1.
El golpe de nocaut iba a llegar de la mano de Juanfer
Quintero. El colombiano ingresó, cambió el partido y la puso en el ángulo para
el decisivo 2-1.
En los minutos finales, Boca fue a buscar como pudo -y pese
a que Gago otra vez se lesionó sin oposición- casi lo empata con un tiro de
Jara que pegó en el palo. El sufrimiento de Gallardo y compañía terminó cuando
el Pity Martínez se escapó solo y la empujó para el 3-1 final.
En las tribunas del Santiago Bernabéu aparecieron las
máximas estrellas del fútbol mundial. En una larga lista de futbolistas y
personalidades, aparecieron los argentinos Lionel Messi y Paulo Dybala, el
colombiano James Rodríguez y el campeón del mundo Antoine Griezmann, que lució
la camiseta de Boca.