En la provincia las cardiopatías más frecuentes en pediatría son las ortabicuspide, en segundo lugar, comunicación interventricular y después la comunicación interauricular y el ductus.
“El 95 % de las cardiopatías congénitas se resuelven con cirugías, comparando con años atrás en la década de los 70 los niños se morían sin un diagnóstico; hoy en día, esos pacientes llegan a la etapa adulta y hacen una vida prácticamente normal, pueden trabajar, las mujeres pueden ser madres, la gran mayoría se resuelven. Los controles son de por vida, cabe aclarar que pueden ir a la escuela, hacer una vida normal, no son discapacitados, salvo patologías asociadas a otras grandes malformaciones a nivel cerebral o pulmonar, algunos necesitan tratamiento con medicamentos, pero pueden hacer actividad física tranquila y recreativa siempre con controles y a autorización del médico”, explicó la jefa del Servicio de Cardiología Marcela Wolozsy.
El Servicio de Cardiología del Hospital de pediatría trabaja con un equipo de profesionales que realizan consultorios externos, para el control de pacientes ambulatorios e internados y la parte cardiólogos de imágenes que es ecografía.
“Conjuntamente nos ocupamos de los pacientes desde la neonatología o sea el paciente esta seguido en el Parque de la Salud desde la etapa fetal hasta la etapa adolescente y adulto continúan en el Hospital Madariaga y además contamos con cardiólogos que se ocupen de Holter, ergometrías y cirugías cardiovasculares de baja complejidad que se resuelven acá en el hospital y eso significa algo muy positivo tanto para los pacientes como para la provincia en cuanto al desarraigo de los pacientes con sus familias y a la provincia en el ahorro presupuestario de lo que significa el traslado a otros centros asistenciales”, expresó Wolozsy
Ayer se celebró el Día Mundial de las Cardiopatias Congénitas; en el Hospital Pediátrico realizaron un pequeño evento para concienciar y celebrar con los pequeños pacientes y los familiares el milagro de la vida.
En este marco, Olga Lukjanczuk es mamá de Maxi Cussigh, quien fue diagnosticado con cardiopatía congénita compleja y contó a los presentes su experiencia. “Tuve un embarazo perfecto durante el mismo no me detectaron que Maxi tenía una cardiopatia congénita compleja, llego a término para nacer, la fecha probable de parto fue la fecha que medio el doctor, lo tuve por cesárea y cuando le doy el primer beso, Maxi queda todo negro entonces me dicen:- tu hijo tiene un problema no sabemos si es cardiovascular o pulmonar- en ese momento entra a terapia intensiva de neonatología, ahí le hicieron todo los estudios para detectar el diagnóstico y tenía una cardiopatía congénita compleja; tenía invertida las arterias”, recordó con pesar .
Y continuó… “Las probabilidades de mi hijo era más de estar en otra vida que en esta, nos dieron una avión sanitario y buscaron todos los recursos humanos para poder llevarlo a Buenos Aires, porque Maxi estaba en un estado muy crítico, muy delicado. Ahí me acuerdo que un lunes nos llevaron al hospital Gutiérrez, a las cuatro horas de haber llegado Maxi fue estabilizado y le hicieron los estudios para ver cuál iba ser su tratamiento, después de la cirugía Maxi en menos de seis horas dio una evolución muy positiva siguió todos los procesos de rehabilitación que necesitaba”.
“Como mamá uno siempre espera que su hijos crezca sano y fuerte, pero por esos designios de la vida a veces te toca este tipo de dificultades o experiencia de vida, de un hijo con cardiopatia u otra enfermedad; pero las mamás tenemos que estar muy pendientes y trabajar a la par de los médicos. El equipo médico puede hacer muchas cosas, pero si yo como mamá no me pongo las pilas no copero, no colaboro y no sigo todos los pasos que dice el médico, es difícil que el profesional solo lo pueda y los médicos necesitan mucho de la colaboración de los padres para poder ayudar o coayudar o informar a otros padres y formar un solo equipo. Hoy con la experiencia de vida de mi hijo siempre digo que yo estoy para servir y para ayudar, ojalá podamos unirnos todos los padres con niños con cardiopatías congénitas y poder hacer algo más para ayudar principalmente a nuestra provincia “, cerro Olga su alocución ante quienes ayer estuvieron presentes en el Hall del hospital, en el acto por el Día Mundial de las cardiopatías congénitas”.