Según el texto, “2011 fue el último año en el cual la
Argentina pudo aumentar el tamaño de su economía a una tasa superior al
agregado mundial”. A partir de allí, “el país nunca pudo superar el 3,3 – 3,7%
de la economía global, alternó alzas con bajas, y promedió un crecimiento
neutro”.
Además, evaluaron que la lógica de caída en años pares y de
crecimiento en los impares (años electorales) “se romperá con la contracción
económica del año 2019”. “La lógica de El Ejecutivo actual irá por la
renovación de su mandato en un contexto inédito de caída en el PBI para un año
de elección presidencial”, sostuvieron.
“La Argentina no logra despegar ‘los pies del piso’ ya desde
hace tiempo” y “tiene cada vez menos peso específico económico en el contexto
de las naciones”, destaca el informe.
El trabajo también enumera que la falta de crecimiento e
inestabilidad #acelera la conflictividad y los problemas sociales”. A su vez,
la caída del PBI y la imposibilidad de engrosar el nivel de actividad se vio
reflejada en la incapacidad de generar empleo genuino.
El informe destaca que la normalización de los precios, del tipo de cambio y de las tasas de interés serán centrales para generar las bases de un crecimiento sostenido. “El actual superávit comercial externo coyuntural y las mejoras en las cuentas fiscales colaborarán solo de manera parcial para alcanzar ese objetivo”, continúa.
ÁMBITO.