Guaidó, de 35 años y reconocido por más de 50 países como
presidente interino de Venezuela, estará al frente del operativo desde el lado
colombiano del puente internacional de Tienditas que desde comienzos de mes
está bloqueado con contenedores de camiones y otros obstáculos montados por
soldados venezolanos.
"El 23 de febrero, a un mes de haber asumido las
competencias como presidente encargado, todo el pueblo de Venezuela estará en
las calles exigiendo el ingreso de la ayuda humanitaria", afirmó Guaidó,
quien llegó a suelo colombiano pese a una restricción de la justicia afín al
chavismo que le impedía dejar el país.
El joven dirigente, que se autoproclamó presidente encargado
por ser presidente del congreso venezolano, apareció sorpresivamente en un
multitudinario espectáculo montado en Cúcuta para reunir fondos en favor de los
castigados por la dramática crisis económica de Venezuela.
Guaidó desafiará el bloqueo de la frontera acompañado por
los presidentes de Colombia, Iván Duque; de Paraguay, Mario Abdó; de Chile,
Sebastián Piñera, el secretario general de la OEA, Luis Almagro y el
representante especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams.
Maduro ordenó el viernes el cierre temporal de otros tres
puentes que comunican a los países por el estado Táchira , incluido el Simón
Bolívar, el paso peatonal binacional más importante.
Respaldado por Rusia, Maduro considera el ingreso de la
ayuda el punto de partida de una intervención militar de Washington. El
presidente estadounidense, Donald Trump, ha dicho que todas las opciones están
sobre la mesa en el caso de la nación petrolera.
Guaidó atribuyó a participación de los militares, bastión de
Maduro, su llegada el viernes a la ciudad colombiana de Cúcuta, donde está el
puente de Tienditas, centro de acopio de 600 toneladas de alimentos, kits de
aseo e insumos médicos enviados principalmente por Estados Unidos.
"Estamos aquí precisamente porque las fuerzas armadas
también participaron en este proceso", apuntó.
El gobierno chavista cerró días atrás la frontera con
Brasil, donde la víspera murieron dos indígenas y 15 resultaron heridos en
enfrentamientos con uniformados venezolanos, mientras que la isla caribeña
aseguró que no enviará las cargas sin la autorización de Caracas.
Tanto Guaidó como Maduro convocaron a las calles este sábado
a sus seguidores en Venezuela. El primero para acompañar las caravanas, el
segundo en respaldo a su administración y en contra de la "intervención
militar".
"La sociedad está absolutamente movilizada. Más de un
millón de voluntarios se registraron para esta hazaña que va a suceder",
aseguró Guaidó.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterrez, urgió el
viernes al gobierno de Maduro a "no usar la fuerza letal contra
manifestantes". En tanto, el secretario general de la OEA aseguró que el
mandatario socialista sería un "cobarde" si ataca a personas
desarmadas.
En Colombia, la oposición aspira a entrar la asistencia en
camiones conducidos por venezolanos por los puentes que unen al departamento
colombiano de Norte de Santander con Venezuela, los mismos que Maduro ordenó
cerrar.
Acompañados por la Iglesia católica, los voluntarios
convocados por Guaidó los escoltarían para evitar que sean detenidos por las
fuerzas estatales.
Al anunciar el cierre parcial de fronteras, la
vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, escribió en Twitter que la decisión
responde a "las serias e ilegales amenazas intentadas por el Gobierno de
Colombia contra La Paz y la soberanía de Venezuela".