Pese a las amenazas de bomba, Macri estuvo unos quince
minutos en el Congreso este lunes para asistir al velatorio, en el Salón de
Pasos Perdidos, y darle sus condolencias a la familia. Cuando el Presidente
llegó casi sobre el filo de las tres de la tarde, el Anexo de Diputados seguía
acordonado, vedado el ingreso, y la Brigada de Explosivos trabajaba en el
lugar. Enfrente, en el Palacio, a Macri lo recibió el presidente de la Cámara
de Diputados, Emilio Monzó, y juntos caminaron hasta Pasos Perdidos, en el
primer piso.
En un clima de conmoción y tristeza, Olivares fue velado
desde el mediodía hasta las cuatro y media de la tarde, ya que después fue
llevado a La Rioja, en un vuelo de Aerolíneas. En un avión pequeño que puso a
disposición la gobernación, viajaron de regreso sus familiares. El velorio
siguió en la sede del Comité provincial de la UCR riojana, que Olivares
presidía, y los restos fueron trasladados después a su pueblo, Villa Mazán,
donde serán inhumados este martes.
En el Congreso, el cajón cerrado cubierto con una bandera
argentina, fue ubicado al final de Pasos Perdidos, debajo del inmenso óleo “El
presidente Julio Argentino Roca inaugura el período legislativo” (1886), de
Juan Manuel Blanes, un símbolo de ese salón que Olivares muchas veces transitó
para ingresar al recinto desde diciembre de 2015, en que había asumido su
banca. Y que jamás pudo imaginar que allí sería despedido este lunes, tras
haber sido herido de muerte el jueves pasado en la Plaza de los Dos Congresos,
en el ataque en el que cayó asesinado su amigo Miguel Yadón.
En el bastonero de la Presidencia de la Cámara, a las
espaldas del estrado que preside el hemiciclo, se improvisó una sala reservada
donde la familia recibió al Presidente. Estaban los dos hijos de Olivares,
Leandro (26 años, licenciado en Comercio Exterior) y Candela (24, estudiante de
Arquitectura), y los dos hermanos del diputado, Inés y José. Macri acompañó a
la esposa de Olivares hasta el féretro, conteniéndola con un abrazo. Detrás se
pusieron las banderas argentina, la de La Rioja, y la roja y blanca de la UCR.
En un atril, una foto del diputado.
“Héctor era diputado nacional y tuvo más trascendencia. Pero
su familia está consternada, muy afectada también por Yadón, consideran que son
dos las familias que han sufrido una pérdida terrible. Yadón no era asesor,
eran muy amigos, habían hecho juntos el primario y el secundario”, contó una
fuente muy allegada a Olivares.
Antes que Macri estuvieron el jefe de Gabinete, Marcos Peña,
y el ministro Rogelio Frigerio. También el gobernador radical de Corrientes,
Gustavo Valdés; el jurista Ricardo Gil Lavedra; los dirigentes Enrique
"Coti" Nosiglia y Jesús Rodríguez; y los jefes de las bancadas del
FpV, Agustín Rossi, y de Red x Argentina, Felipe Solá; el diputado Marco
Lavagna, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo; los senadores
Esteban Bullrich y Julio Cobos, entre muchos otros.
Visiblemente conmovidos se los vio a los senadores radicales
riojanos Inés Brizuela y Doria y Julio Martínez, muy amigo de Olivares. Junto
al féretro, Martínez y Mario Negri, jefe de la bancada radical, hablaron para
despedirlo. “Un militante todoterreno”, lo definió Martínez, y recordó que
ambos estudiaron Agronomía en Córdoba. El féretro fue cargado en su salida del
Congreso, por Negri, Martínez, los diputados Luis Borsani y Atilio Benedetti,
entre otros. Detrás iban más radicales, como Miguel Bazze y Diego Mestre.
Familiares envueltos en lágrimas, amigos, asesores, militantes. Muchos buscando alguna razón, si puede haber, para un ataque tan brutal como todavía no aclarado. Al llegar a la puerta principal sobre la avenida Rivadavia, hubo aplausos y algunos cantaron el himno radical. El féretro fue colocado en un coche fúnebre, para llevarlo hasta Aeroparque y de allí a la provincia natal de Olivares.