"Solo comentaré lo que llevó a la renuncia de Evo Morales: una señal de que aquí en Brasil necesitamos un sistema de votación seguro. El que tenemos no sirve de nada. Esto es lo que lleva a este tipo de problema", dijo Bolsonaro, quien apoya el voto impreso, considerado inconstitucional por el Tribunal Supremo (STF) en juicio el año pasado.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores habló sobre el llamado a nuevas elecciones en Bolivia: "Brasil considera pertinente convocar nuevas elecciones generales en respuesta a las manifestaciones legítimas del pueblo y las recomendaciones de la OEA, luego del hallazgo de serias irregularidades. Brasil cree que el nuevo sufragio debe estar dotado de todas las condiciones para garantizar su transparencia absoluta y legitimidad".
En el comunicado ministerial, el canciller argumenta que "el nuevo sufragio debe ser presidido por autoridades reconocidas por su honorabilidad y credibilidad para garantizar el deseo soberano de los bolivianos, y confiar en la observación internacional en todas las etapas del proceso". Este discurso está en línea con el del principal líder opositor de Bolivia, el ex presidente Carlos Mesa, quien había exigido que Morales renunciara antes de las nuevas elecciones.
En las antípodas de Bolsonaro, el expresidente Lula da Silva, lamentó el "golpe" perpetrado contra el mandatario boliviano Evo Morales, quien renunció a su cargo asediado por las acusaciones de fraude electoral. Desde su Partido de los Trabajadores (PT) hubo un cuestionamiento a la Organización de Estados Americanos (OEA), que había dicho que es "improbable" que Morales haya ganado las elecciones del pasado 20 de octubre.
"Acabo de saber que hubo un golpe de Estado de Bolivia y que el compañero Evo Morales fue obligado a renunciar", escribió Lula en su cuenta de Twitter.
"Es lamentable que América Latina tenga una elite económica que no sabe convivir con la inclusión social de los más pobres", agregó.
En sintonía, el excandidato presidencial del PT brasileño, Fernando Haddad, afirmó que la "OEA abrió el camino" para la destitución de Morales, con su posición sobre el recuento de los votos ante las denuncias de fraude formuladas por la oposición. Es necesario que ahora la OEA se "manifieste sobre los últimos acontecimientos", propuso Haddad.
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