Este día fue instaurado por la Federación
Internacional de Diabetes y la Organización Mundial de la Salud en 1991, con el
fin de aumentar la concientización global sobre la enfermedad.
La esperanza de vida de las
mujeres con diabetes es 8,2 años menor que la de aquellas que no padecen la
enfermedad, mientras que en hombres es 7,6 años menor, afirmó hoy María
Cristina Faingold, directora de la Carrera de Médico Especialista en
Endocrinología de la UBA, con motivo del día mundial de esa patología, que se
conmemora cada 14 de noviembre.
Faingold, también jefa del
Servicio de Endocrinología Unidad Asistencial César Milstein y médica de la
Unidad de Diabetes del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, explicó a
Télam que si bien la diabetes mellitus no presenta diferencias “sustanciales”
entre hombres y mujeres en cuanto a diagnóstico, síntomas, métodos de control y
tratamiento, sí hay elementos diferenciales en cuanto a pronóstico o
complicaciones.
“La pubertad y la adolescencia
hacen más difícil de tratar y controlar la enfermedad, como sucede en general
con otras patologías crónicas en esa etapa de la vida, y a ello hay que
añadirle la complejidad hormonal que presenta la mujer”, apuntó la
especialista.
¿Qué es la Diabetes Mellitus?
La diabetes es una enfermedad
crónica que se caracteriza por presentar niveles aumentados de azúcar en sangre
(glucemia). Se considera una enfermedad crónica aquella que no tiene cura pero
con seguimiento y tratamiento correspondiente, la persona puede prevenir
complicaciones y llevar una vida normal.
¿Cuáles son sus causas?
La glucosa, que es un azúcar que
proviene de la digestión de los alimentos que comemos, circula por la sangre y
es utilizada por el organismo como fuente de energía. La causa de la diabetes
es una alteración en la producción o el funcionamiento de la insulina, hormona
fabricada por el páncreas, que funciona como una llave facilitando el pasaje de
la glucosa desde la sangre a los órganos y tejidos.
Existen varios tipos de diabetes
En la diabetes tipo 1 no hay
producción de insulina por lo tanto el organismo no cuenta con la llave que
permita abrir la puerta de entrada de los azúcares a los tejidos. Comienza
generalmente antes de los 30 años y su tratamiento requiere seguir un plan de
alimentación adecuado y la aplicación de inyecciones de insulina.
La diabetes tipo 2 es la forma
más común. Si bien suele comenzar después de los 40 años, la enfermedad se
observa en forma cada vez más frecuente en jóvenes y adolescentes. Suele ser
consecuencia del sobrepeso, la obesidad y el sedentarismo. Si bien existe
producción de insulina la misma actúa de forma inadecuada, la llave no encaja
en la cerradura de modo que el pasaje de la glucosa a los tejidos, se ve
dificultado. En consecuencia, a través de cualquiera de los dos mecanismos, la
glucosa se acumula en la sangre y los órganos se quedan sin combustible para su
funcionamiento.
El aumento del azúcar en sangre
por encima de valores normales se denomina hiperglucemia. La hiperglucemia
sostenida y sin tratamiento puede dar lugar a complicaciones en diferentes
órganos, como los ojos, riñones, corazón, arterias y pies, entre otras.
¿Cómo se detecta la Diabetes?
El diagnóstico se realiza
mediante la determinación de glucemia en ayunas en sangre venosa. La punción en
la yema del dedo es útil para la supervisión del tratamiento en las personas
que reciben insulina, pero no se recomienda como método diagnóstico.
¿Cómo se presenta la enfermedad?
Por varios años puede estar
presente de manera silenciosa, lo que significa que a veces no presenta
síntomas. Hay que estar alerta en el caso de:
•Tendencia a infecciones en la
piel
•Aumento de la sed
•Pérdida de peso.
•Aumento del apetito
•Aumento de la producción de
orina
•Sequedad de boca.
Existen algunas situaciones que
aumentan el riesgo a desarrollar la enfermedad:
•Tener más de 45 años
•Padres o hermanos con diabetes
•Obesidad o sobrepeso
•Hipertensión arterial
•Enfermedad cardiovascular
•Colesterol elevado
•Diabetes durante el embarazo
•Mujeres con hijos nacidos con
peso mayor a 4,5Kg.
•Si tiene alguno de estos
síntomas o características, acérquese al centro de salud más cercano para
realizar un control.
¿Cómo se puede prevenir?
-Aumentar el consumo de frutas y
hortalizas
-Evitar los alimentos con alto
contenido en sodio (fiambres, embutidos, aderezos, productos de copetín,
quesos, etc.)
-Cocinar sin agregar sal.
Reemplazarla por perejil, albahaca, tomillo, romero y otros condimentos.
-Realizar 6 comidas diarias: 4
principales y 2 colaciones
-Consumir carnes rojas o blancas
(pollo o pescado) no más de 5 veces por semana.
-Cuidar el cuerpo y evitar el
sobrepeso.
-Sumar al menos 30 MINUTOS
diarios de actividad física de manera continua o acumulada: usar escaleras,
caminar, bailar, etc.
-Y muy importante, no fumar.
Incluso pocos cigarrillos por día son muy dañinos para las arterias, en
especial para las personas con diabetes.
Para tener en cuenta
Las personas con diabetes tienen
mayor riesgo de presentar niveles elevados de colesterol, hipertensión arterial
y enfermedades cardiovasculares. La prevención y control de estos factores son
un aspecto fundamental del tratamiento de esta enfermedad. Ante el médico, es
importante recordarle: Pesar, medir y tomar la presión; examinar los pies; calcular
el riesgo cardiovascular global al menos una vez al año; control con oculista y
odontólogo y consultar si debe recibir aspirina.
El tratamiento se basa en cuatro
pilares
1
Plan de alimentación saludable
2
Actividad física
3
Tratamiento farmacológico:
medicación vía oral o inyecciones de insulina, y otros dependiendo de los
factores de riesgo asociados.
4
Educación diabetológica:
Incorporar conocimientos acerca de la enfermedad y las estrategias para los
cuidados cotidianos es un componente esencial del tratamiento de la diabetes y
otras enfermedades crónicas.