Contienen altas cantidades de
vitamina A, B (B1, B3, B5, B6, B9), C , E Y K. Es una fuente rica en minerales:
cobre, calcio, sodio, potasio, hierro, fósforo. Son muy ricas en fibra soluble.
Aporta ácidos grasos Omega-3,
flavonoides y betacaroteno , luteína y zeaxantina. Su aporte calórico es
mínimo, unas 19 kcal por cada 100 gramos.
Además de reducir el colesterol,
previenen enfermedades como el cáncer y ayudan a perder peso. Aunque son muy
beneficiosas, las personas con problemas de cálculos renales, deberán limitar
el consumo de acelgas por su contenido en oxalatos.
Entre sus principales beneficios,
los siguientes son los más destacados:
Gracias a su contendido en
vitamina A y en antioxidantes protegen de los radicales libres y el
envejecimiento prematuro.
Es muy recomendable incluirlas en
la dieta de pacientes que sufren enfermedad de Alzheimer debido a la presencia
de vitamina K.
Los folatos que contienen
fortalecen el sistema inmune.
Cuidan nuestro sistema nervioso y
la salud de los músculos. También ayuda a mantener una buena frecuencia
cardíaca y tener controlada la presión arterial.
Su aporte en magnesio favorece la
salud del sistema digestivo y el tránsito intestinal, así como el desarrollo de
huesos y dientes.
Combate la anemia ferropénica
gracias a su alto nivel de hierro.
El yodo favorece que glándula de
la tiroides pueda producir las hormonas que necesita.
La vitamina C ayuda a fortalecer
huesos, tejidos y dientes, cicatrizar heridas y absorber mejor el hierro.
Son muy recomendables durante el
embarazo por el ácido fólico.
Ayudan a controlar el colesterol.
Por su escasa cantidad de grasa y
calorías son ideales para las dietas de adelgazamiento.
Protegen contra enfermedades
cardiovasculares y enfermedades graves como el cáncer de colon y de próstata.