ECONOMIA | Nacionales | 02/02/2020
A pesar de que hay satisfacción en el Gobierno porque la inflación viene cediendo, los alimentos no dan tregua y son la piedra en el zapato de Alberto.

La presión alcista en los precios de los alimentos genera máxima preocupación y debates hacia adentro mismo del Gobierno. También, duros cruces entre las empresas productoras y las cadenas de supermercados. Y tensiones entre los funcionarios del sector comercio y las compañías del retail.


De fondo están las constantes remarcaciones en los precios de los alimentos. Enero se despide con incrementos vinculados, en su mayoría, con la reimplementación del IVA a los productos de la canasta básica.


Esas subas fueron negociadas por el Gobierno con los supermercados y la industria. Hubo alzas promedio del 7% para algunos alimentos básicos. Pero lo cierto es que en aquellos que quedaron por fuera del acuerdo entre fábricas, comercios y Gobierno, los aumentos superaron largamente el 20 por ciento.

Sobre esa dinámica, febrero arranca con nuevas listas de precios por parte de algunas de las alimenticias líderes.


A partir del lunes, habrá incrementos en los principales productos de la canasta básica. A diferencia de meses anteriores, sobre todo en aquellos que siguieron a una devaluación, esta vez los aumentos no son generalizados.


Las compañías han optado por realizar ajustes en grupos de productos de cada rubro. En todos los casos se respetan los acuerdos firmados en el plan de Precios Cuidados, que no tendrán cambios hasta abril próximo.


El arroz tendrá un aumento de entre 3,5% y 11,2%, según las distintas presentaciones. El azúcar vendrá con un alza de entre 6% y 8%. Se trata de uno de los productos que quedó fuera de Precios Cuidados y sobre el que, se prevé, habrá subas adicionales en los próximos meses.


¿La causa? Hay faltantes en el mercado. De hecho, ya existe una amplitud significativa entre las distintas marcas. Hoy en día se presentan entre $42 y $50 el kilo, y algunos fabricantes mencionan la posibilidad de que escale hasta los $60 en el corto plazo.


De hecho, algunas fábricas que utilizan azúcar para elaborar sus productos de manera intensiva -como las gaseosas, golosinas o cereales- ya están pagando más caro por el producto y fundamentan en ese movimiento las subas que se darán en sus propios artículos.

El sector lácteo es otro de los rubros que vuelve a calentarse. Los quesos tendrán un ajuste del 6% promedio.


También hay presiones sobre la leche. Si bien el Gobierno decidió la nulidad del IVA para la leche, la decisión nunca se plasmó en el Boletín Oficial a través de una resolución o un decreto.


Para algunos fabricantes, ese agujero legal les da margen para volver a aplicar el impuesto, con lo cual la suba en los precios sería inminente, a menos que se oficialice la medida por escrito.


En el segmento de los aceites también se vienen incrementos. El aceite de girasol, por ejemplo, tendrá un alto del 4%. Y del 9% en el caso de la presentación en aerosol.


La yerba, uno de los productos que más se encareció en el último año, volverá a elevarse un 4% en febrero.


El café tendrá un salto de entre 3,4% a 4,3%, según las marcas y las presentaciones. Y los "congelados" (desde verduras a hamburguesas y productos en base a pollo) ajustarán entre 6% y 9,5 por ciento.


Las golosinas, en tanto, mostrarán alzas desde 6% y hasta el 18%, con el mencionado problema del azúcar como la principal causa. En el caso de los "polvos para preparar postres", la suba promediará un 9,1 por ciento.