No fueron informadas otras lesiones en el cuerpo ni trascendió una
fecha estimada de muerte, pero todo indica que el crimen ocurrió el
miércoles por la noche en el marco de una reunión en la casa de
Arredondo. Ahora los pesquisas buscan llegar las personas que estuvieron
en el lugar.
Los vecinos habrían detallado sobre una presunta pelea en el departamento señalado, que queda en el tercer piso, esa noche.
Trascendió que serían al menos tres personas más los que
participantes de esa reunión, entre ellas una joven. En el lugar fueron
incautadas documentaciones que señalarían a los sospechosos, pero hasta
el cierre de esta edición no se habían informado sobre detenciones.
En la habitación de Arredondo los investigadores dieron con
vestigios de “una fiesta”, detalló investigador. Había un plato con
restos de cocaína y marihuana, además de latas de cervezas y colillas de
cigarrillos. Se aclaró que eran pequeñas cantidades de droga para
consumo.
Se incautaron en la escena un teléfono celular, computadoras y el
vehículo del fallecido que serán sometidos a pericias. Los pesquisas
relevaron también las cámaras de seguridad de los comercios cercanos y
tomaron testimoniales de los vecinos.
En una nueva inspección, ayer se levantaron nuevos elementos como
ser huellas de una copa y una botella de licor, un celular con la
pantalla dañada y una cadena de metal con un dije tipo mariposa.
Como se informó, el hecho fue advertido mediante un llamado al 911 y
fue una uniformada de la División de la Policía Motorizada quien
constató la escena. La mujer se entrevistó con el dueño del lugar, que
le trasladó la queja de los vecinos sobre un fuerte olor y que nadie
respondía a los llamados a la puerta.
Ante este panorama efectivos de la Comisaría Primera,
Criminalística, la Dirección de Homicidios y de Toxicomanía se hicieron
presentes. El cuerpo fue extraído por una angosta escalera del
inquilinato y subido a un móvil para la autopsia que finalmente confirmó
el crimen.
Sobre el fallecido, este medio pudo indagar que el hombre era
oriundo de Lanús, Buenos Aires, pero estaba radicado desde hace varios
años en Posadas.
En su cuenta de Instagram, donde tenía más de 11.000 seguidores, se
presentaba como un empresario dedicado a la compra y venta de
vehículos. Personas que lo conocieron confirmaron esta actividad y
dijeron que manejaba grandes sumas de dinero, pero también relataron un
lado más oscuro, ligado al narcotráfico.
Varias fuentes consultadas por este medio lo señalaron como un
dealer y agregaron que “su fuerte era la keta”, en referencia a la
ketamina, relacionada a los estratos sociales altos. También dijeron que
debía mucho dinero. De todas formas aún no hay elementos suficientes
para relación el homicidio con esta actividad. El caso es investigado
por el magistrado Fernando Verón, titular del Juzgado de Instrucción
Tres de Posadas.
FOTO: RODRÍGUEZ.
FUENTE: TD.