En medio de las protestas y escraches de los vecinos de Cutral Có, el abusador fue trasladado a una comisaría donde cumplirá la cuarentena.

Un Tribunal Revisor de la provincia de Neuquén lo benefició con la prisión domiciliaria por el riesgo de contagio del coronavirus pero, sin tener siquiera una pulsera o tobillera electrónica que lo controlara. El hombre salió dos veces a la calle y además contactó nuevamente a su nieta, a quien había violado desde los 7 años hasta que cumplió los once.

A principios de abril y con la excusa del COVID-19, el hombre pidió volver a su casa debido a que no estaban dadas las condiciones sanitarias en la cárcel en la que se encontraba alojado y no poder cumplir con los 6 años que le fueron impuestos.

Laura Barbé, jueza, en una primera instancia rechazó su solicitud al considerar que en la cárcel está solo en una celda y se cumplen con las condiciones de higiene y aislamiento necesario, la defensa pidió revisión y el Tribunal integrado por Mario Tomassi, Raúl Aufranc y Lupica Cristo le otorgó el arresto domiciliario.

Luego de ser liberado, en una semana fue visto dos veces saliendo de la casa junto a su hija en un auto, y también pudo contactar a la joven que violó durante cuatro años.

Vecinos indginados respondieron con protestas, escraches y hasta amenazaron con matar al abusador, aunque los incidentes no llegaron a mayores. Finalmente, una de las juezas que integró el tribunal que le otorgó el beneficio en las últimas horas se lo revocó.

El condenado fue trasladado a una celda la Comisaría sexta de Plaza Huincul y en catorce días volverá a la cárcel.