INFORMACION GENERAL | Nacionales | 02/06/2020
La policía de Chaco quedó en el centro de las críticas por un brutal ataque contra una familia Qom de la localidad de Fontana, que difundió un video de la golpiza contra cuatro jóvenes que luego habrían sido torturados y abusados en una comisaría.

El hecho ocurrió en la madrugada del domingo en una vivienda del barrio Bandera Argentina de Fontana, localidad lindera a Resistencia. La familia víctima del ataque difundió videos que los muestran intentando resistir el ingreso por la fuerza de los efectivos al domicilio. Una vez que lo logran, golpean salvajemente a los jóvenes y otros integrantes de la familia.

Pero la pesadilla no terminó ahí. Los cuatro jóvenes fueron trasladados a una sede policial, donde denuncian que fueron torturadas, abusados y amenazados con que los prenderían fuego.


"En la comisaría tercera, esposados, los encerraron en una pieza donde los rociaron con alcohol, apagaron la luz y los torturaron amenazándolos que los iban a prender fuego. ‘Indios infectados, ustedes son unos malacostumbrados", les gritaban mientras los torturaban", denunció la Mesa Multisectorial Feminista. "Cinco policías saltaron sobre nuestros pechos", contó una víctima, menor de edad.

"Los chicos tienen las caras y los cuerpos reventados a golpes, Las chicas hablan de abuso, manoseo y de métodos de tortura", contó Cecilia Solá, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) Chaco. "Las rosearon con alcohol y decían ‘quién se anima a quemarlas"", relató a Radio Caput.

El Jefe de la Policía chaqueña, Fernando Romero, argumentó que antes del ingreso en la vivienda un grupo de entre 30 y 40 personas atacaron a piedrazos la comisaría, aunque no dio cuenta de los motivos que habrían llevado a ese ataque. "Nada de esto se aprecia en el video", se justificó. El funcionario admitió que ingresaron a los domicilios sin orden judicial e informó que los involucrados fueron sumariados.

El caso tiene sus implicancias políticas y apunta a la administración de Jorge Capitanich. Desde las organizaciones de derechos humanos denunciaron que no hubo ninguna reacción hasta que el escándalo empezó a impactar en los medios y emitieron un comunicado. Pero no hubo ninguna acción política concreta sobre la fuerza responsable del hecho.

"Los funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos nos mintieron en la cara", afirmó la integrante de la APDH. "Nos dijeron que ya estaban allá y que se estaban ocupando mientras nosotros estábamos ahí y hoy salieron con un comunicado a decir que estuvieron", reveló Cecilia Solá.