SALUD | Nacionales | 08/08/2020
Se dieron conocer los primeros resultados de un tratamiento llevado adelante en la Argentina con ibuprofeno inhalado, cuyo uso compasivo en pacientes moderados y graves con Covid-19 produjo “una mejoría inmediata de los síntomas”.

Fue en mayo cuando científicos cordobeses habían logrado un producto para realizar nebulizaciones, a base de ibuprofeno modificado, con el cual revirtieron casos de coronavirus. La mayoría del mundo científico aún se mantenía firme en la idea que había echado a rodar el ministro de Salud de Francia Olivier Véran acerca de que la toma de antiinflamatorios como el ibuprofeno y la cortisona podría ser un factor agravante de la infección por SARS-CoV-2.

Desde entonces, se discrepaba entre recomendar o no el uso de ibuprofeno como tratamiento para bajar la fiebre y disminuir el dolor corporal en pacientes con coronavirus. Profesionales de la salud y pacientes, estaban desconcertados con esta cuestión. Más aún sabiendo que nunca se aconseja la automedicación y menos con este virus que recién se está conociendo. 

A la espera de vacuna y tratamiento específico, son muchas las dudas y pocas las certezas. Pese a que los médicos y la ciencia trabajan contra reloj.

 

Primero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconsejó su uso para tratar el Covid-19. Recomendó en los casos de “automedicación” el uso de paracetamol como primera opción para bajar la fiebre en las personas en tratamiento por la infección.

 

La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) confirmó en abril que “no hay evidencia científica que establezca un vínculo entre el ibuprofeno y el empeoramiento de COVID 19”. La entidad recomendó que “al comenzar el tratamiento para la fiebre o el dolor en COVID-19, los pacientes y los profesionales de la salud, deben considerar todas las opciones de tratamiento disponibles” y agregó que “pueden continuar usando analgésicos no esteroides como el ibuprofeno según la información aprobada del producto”.

Pero por estos días, donde hay más de 700 mil muertos en todo el planeta, mientras un estudio en fase 2 espera su aprobación en la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), más de 80 pacientes entre Córdoba, Buenos Aires y Jujuy recibieron ese medicamento experimental por uso compasivo.

 

“Los pacientes con disnea, hipoxemia, con enfermedad moderada a severa y con comorbilidades de todo tipo experimentaron una mejoría inmediata de los síntomas”, dijo al citado medio Alexis Doreski, médico especialista en medicina interna, neumonólogo (MN 141740) e investigador clínico.

 

Agregó que “observamos que las personas mejoran absolutamente la disnea, disminuye la frecuencia respiratoria, hay un aumento en la saturación muy marcado en algunos pacientes, tan amplio que pensamos en un efecto llamado redistribución de flujo”.

 

Doreski está a cargo del proyecto cordobés “Ibuprofeno inhalado” en Buenos Aires. Se sabe que es algo innovador ya que su acción terapéutica es antiinflamatoria, bactericida así como viricida, y está destinada al potencial tratamiento de afecciones pulmonares, entre ellas el nuevo coronavirus causante de COVID-19.

 

¿Cómo surgió todo? Fue hace siete años, gracias a Dante Beltramo, un investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y del Centro de Excelencia en Productos y Procesos de Córdoba (Ceprocor), quien modificó la molécula del ibuprofeno haciéndola 100% soluble en agua para administrarlo en nebulizaciones con el objetivo de tratar a pacientes con fibrosis quística, una enfermedad genética con altas tasas de mortalidad que afecta a niños y adolescentes.

 

En medio de la posibilidad de establecer protocolos de tratamientos compasivos ampliados, con el aval del gobierno cordobés, Beltramo empezó a investigar si era posible aplicar la molécula para esta nueva enfermedad: “El producto consiste en una ‘solución hipertónica de ibuprofeno’ (ibuprofenato sódico soluble)” que, al someterlo al sistema de nebulización, “genera partículas con efecto viricida, que al intercalarse en la bicapa lipídica de virus envueltos como el SARS-CoV-2 desestabilizan la membrana generando lisis, o sea, muerte del virus”.

 

Sus palabras fueron parte de una conferencia ante los ministros de Ciencia y Tecnología y de Salud de la provincia de Córdoba, Pablo de Chiara y Diego Cardozo respectivamente.