SALUD | Internacionales | 22/10/2020
La contaminación del aire mató a 476.000 recién nacidos en 2019, especialmente en India y en el África subsahariana, según un estudio publicado en Estados Unidos que destaca la responsabilidad del humo tóxico que emana de los combustibles usados para cocinar en los hogares, en el 75% de los casos.

Más de 116.000 bebés indios y 236.000 africanos subsaharianos murieron en el primer mes de su vida debido a la contaminación del aire, afirmó la organización State of Global Air 2020, que utiliza datos recopilados por las entidades estadounidenses Health Effects Institute y Institute for Health Metrics and Evaluation. El Health Effects Institute es una organización de investigación independiente sin fines de lucro financiada por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos y otros.

Casi dos tercios de las muertes de bebés documentadas se asociaron con la contaminación del aire en interiores, en particular debido a combustibles sólidos como el carbón, la madera y el estiércol de animales para cocinar.

Además, y según los autores del estudio, cada vez hay más pruebas que permiten vincular la exposición de las madres a la contaminación durante el embarazo con el riesgo creciente de que los bebés nazcan prematuramente o con un grave déficit de peso. Los bebés que nacen con bajo peso al nacer son además más susceptibles a infecciones infantiles y neumonía. Los pulmones de los bebés prematuros tampoco pueden desarrollarse completamente.

“No entendemos totalmente cuáles son los mecanismos en esta etapa, pero causa reducciones en el crecimiento del bebé y, en última instancia, en el peso al nacer. Existe un vínculo epidemiológico, que se muestra en varios países en varios estudios”, dijo Katherine Walker, científica principal del Health Effects Institute.

“Aunque hay una reducción lenta y constante de la dependencia de los hogares a los combustibles de mala calidad, la contaminación del aire que generan sigue siendo un factor clave en la muerte” de los bebés, declaró por su parte Dan Greenbaum, presidente del Health Effects Institute.

En total, la contaminación del aire causó 6,7 millones de muertos en el mundo en 2019, lo que la convierte en la cuarta causa de mortalidad en el mundo, justo por debajo del tabaquismo y la mala alimentación.

Los autores señalaron por otra parte que la pandemia de covid-19, que causó más de un millón de muertos y estragos económicos, tuvo un impacto positivo con respecto a la contaminación. Además, la eliminación repentina de la contaminación del tráfico y la industria había cambió la percepción de muchas personas sobre la calidad del aire.

“Muchos países han recuperado los cielos azules y las noches estrelladas por primera vez en muchos años” debido al brusco freno de la actividad, dijo Greenbaum. “Incluso si no duró, mostró lo que era posible”. Pero estos puntos positivos no durarán mucho, advirtieron los expertos, y la probabilidad de cualquier impacto beneficioso a largo plazo para la salud es pequeña.

Los científicos concluyeron que hubo pocas señales de mejora en la contaminación del aire en los últimos 10 años, a pesar de las mayores advertencias sobre los riesgos de la contaminación en los últimos cinco años.