DEPORTES | Internacionales | 03/12/2020
Boca puso un pie en los cuartos de final de la Libertadores. Ganó un partido chivo, por un rival que más allá de sus ausencias y problemas varios dio batalla y por el escenario, que ofreció un campo de juego lleno de agua.

El trámite fue parejo, sin grandes ocasiones de peligro para ambos equipos. Pero el dueño del partido, con alguna que otra intermitencia, lo tuvo Boca. Fue Cardona. El colombiano se ganó su lugar en el equipo titular. Porque los once que puso Russo esta noche en el Beira Río, son los que conforman el ideal al haber sido elegidos con todo el plantel a disposición. Cardona homenajeó a Maradona el domingo contra Newells, en su mejor versión y hoy fue otra vez el conductor.

Si bien siempre se lo notó más cómodo iniciando por izquierda, el entrenador lo tiró por adentro. De enganche. Esos que ya no abundan. Inteligente para entender a la perfección las dificultades que ofrecía el reducto por la incesante lluvia. Supo cuándo jugar corto y cuándo meter un cambio de frente. Sabio para filtrar el pase y aprovechar la velocidad de Villa, otro de los puntos altos en el Xeneize. Solidario para pasar la línea de la pelota a la hora de recuperar y darle una mano a Capaldo y Campuzano. Hoy le faltó el gol, pero volvió a ser determinante en un nuevo triunfo de Boca.

Párrafo aparte para otro gol de Tevez, con dedicatoria y homenaje a D10S incluidos. Carlitos, en una muestra más de profesionalismo en su máxima expresión, logró abstraerse de sus problemas personales y piso fuerte en Brasil. Boca lo necesita y él está.

Con un poco de susto, por el tiro libre que Andrada vio de cerca como la pelota daba en el palo y salía, y con algunas chances de ampliar el marcador, el elenco de Miguel se trae un buen resultado de cara a la revancha del próximo miércoles en la Bombonera.

Racing espera. Boca no desespera. Deberá sortear los 90 que restan pero sin dudas, dio un paso importante con el objetivo que medirse con La Academia en la próxima instancia.