Eso sin olvidar que el exdiputado Robert Acevedo, quien falleció este año a raíz del COVID-19, también había sido víctima en varias oportunidades de atentados en su contra. En abril del 2010, sicarios habían atacado la camioneta en la que viajaba el excongresista, atentado del cual se salvó milagrosamente luego de ser hospitalizado por recibir dos tiros.
En ese entonces, su chófer y custodio no corrieron con la misma suerte y fallecieron durante el atentado, que ocurrió ante las denuncias que realizaba el liberal contra el narcotráfico. En el mismo contexto, los opositores a este clan familiar que sigue liderando políticamente la zona, los involucran supuestamente con negocios relacionados tanto con la venta de armas, drogas y cigarrillos.
Respecto a dicho atentado, Acevedo había denunciado al fallecido narcotraficante Jorge Rafat, quien había dado la orden, mientras que los autores morales fueron Clemencio “Gringo” González, Carlos “Capilo” Caballero, Ireneo “Pino” Soligo, así como Pedro Pablo Quevedo (pariente del exlegislador), y el también narco Jarvis Chimenes Pavao, Eugenio y Favio Campuzano.
En septiembre de 2016, le lanzaron granadas contra la radio 570 AM, propiedad de la familia Acevedo. Como las granadas no lograron activarse, solamente afectó al techo del sitio.
Mientras que en el 2018, un atentado más se dio contra el exparlamentario, en el cual falleció un expersonal policial de nombre Diego Maidana, quien era seguridad del dirigente liberal. La víctima fue interceptada por sicarios, que estaban en dos rodados, cuando viajaba a bordo de una camioneta de la marca Toyota, tipo Hilux. Los desconocidos, sin mediar palabras, rociaron a tiros el vehículo.