ECONOMIA | Provinciales | 02/10/2015
Productores de Colonia Paraíso, con la asistencia del Instituto de Fomento Agropecuario e Industrial (IFAI), llevan adelante el recupero de veinte vertientes para garantizar el vital líquido para el riego y consumo de la familia y los animales. Tomando como base que el gran reservorio es el suelo, se propone a los colonos protegerlo con material orgánico, árboles y cubierta verde, para que infiltre la mayor cantidad de agua.
La protección de las vertientes es un método para garantizar que no se contamine la toma de agua. “Estamos trabajando en la chacra para proteger con cubierta y construir la toma. Después, propiciamos el uso de cloro para potabilizar el agua. Eso es un trabajo cultural con la familia, para que adopten el hábito”, explicó José Cavalli, técnico de la Cooperativa Agropecuaria y Forestal de Paraíso Limitada de Colonia Paraíso (San Pedro). La técnica del reservorio es una experiencia que la emplearon agricultores de Brasil y ahora se replica en Misiones. “Se usan recursos locales para levantar un muro de contención, como ladrillos o piedras, caños desagote de cien milímetros y caños ladrones. Debe estar siempre lleno de agua y sin ingreso de luz solar, para que no proliferen microorganismos”, especificó Cavalli. En el interior de la pileta se colocan piedras grandes y pequeñas para que queden huecos, donde se almacenará el agua. Esos elementos deben ser desinfectados, con el fin de evitar la contaminación. El siguiente paso es colocar un plástico de 200 micrones para tapar el piletón. Por último se cubre todo con tierra y se planta pasto. De esta manera se protege la circunferencia del reservorio, además se evita que se acerquen animales de la chacra que puedan contaminar el agua. En los alrededores, “es importante arborizar o dejar lo más natural posible para asegurar la infiltración del agua de lluvia”, insistió Cavalli. Obra económica Para llevar adelante este proyecto, el principal dato que se tuvo en cuenta es el conocimiento de la familia sobre el comportamiento de la vertiente en épocas de sequía y en verano, porque sabe si se ensucia o no y el caudal que arroja. “Dependiendo del uso y la cantidad de los miembros de la familia, se calcula el tamaño del reservorio. Por ejemplo, si van a usar de tres mil a cinco mil litros por día, hay que hacer los cálculos de reposición para tener disponible esa cantidad de agua todos los días. También para que aguante en época de sequía”, aclaró el técnico. Sobre el costo de la construcción, Cavalli aseguró que “es económico porque se pueden utilizar piedras que hay en las chacras, algo de cemento, plástico y caños. Con esta pequeña inversión se aporta a la calidad del agua y garantizamos que no se contaminará en el lugar de la cosecha. Después hay que cuidar el suelo, el monte en la chacra, la faja protectora, el cultivo en curva de nivel, cubiertas verdes, labranza mínima y hacer un uso adecuado de agroquímicos. Eso influye en la calidad del agua y el ecosistema”, observó. Un cambio importante La familia de Víctor Márquez y Rosa Eich es una de las beneficiadas con el programa de recuperación de vertiente. Por lo que ahora están decididos a destinar más espacio en la chacra para el cultivo de hortalizas. “Nos dedicábamos a la verdura, pero no era mucho lo que podíamos hacer. Ahora tenemos la posibilidad de plantar más y dedicarnos solo a esto. Mi esposo es changarín y no se puede hacer las dos cosas”, comentó Eich. Hasta hace unos días Rosa Eich lidiaba a diario con una bomba de agua que no funcionaba bien. “Tengo ocho hijos y había días que lloraba porque no tenía agua para lavar la ropa y cocinar. Cuando empezaba a lavar la bomba no andaba. El día que nos dijeron que teníamos esta oportunidad, no podía creer. Era lo que nos estaba haciendo falta, tanto la bomba como el tanque. Ahora podremos hacer el invernáculo y vender las verduras”, relató. Esta iniciativa se lleva adelante con el acompañamiento del IFAI y el Ministerio de Salud Pública de la provincia. Para el presidente del IFAI, Ricardo Maciel, con una pequeña inversión “se le cambia la vida a un colono”. En ese contexto recordó que “uno de los recursos más valiosos que tiene el productor después del suelo, es el agua. Si no se hace un buen manejo, se corre el riesgo de perder. Sin el agua o el suelo es imposible pensar en producción”. “Como hay vertientes en buenas condiciones en muchas chacras, acordamos con la cooperativa de Colonia Paraíso recuperar 20”, apuntó. Con este trabajo, “se atacan dos ejes importantes, la sanidad y la inocuidad del agua porque se protege la vertiente. La cubierta queda sellada y acumula agua. Esto facilita la tarea de la mujer, ya que no usa baldes, sino un tanque”, subrayó Maciel durante la recorrida que realizó a las chacras, donde se llevan adelante este proyecto.