REGION | Internacionales | 26/03/2021
El mandatario argentino apuntó contra Luis Lacalle Pou luego de que éste planteara que el MERCOSUR “no puede ser un lastre”.

En el día de hoy tuvo lugar la conmemoración del 30° aniversario de la firma del Tratado de Asunción que dio nacimiento al Mercado Común del Sur (MERCOSUR). 


Motivado por el alza en los contagios por coronavirus en la región, finalmente Alberto Fernández, presidente pro témpore del bloque, resolvió que el encuentro se realizara de forma virtual. 


En líneas generales las formas en las que tuvo lugar la cumbre, si bien motivado por cuestiones sanitarias, exhibe en parte la irrelevancia en la que cayó este bloque en los últimos años. 


Desde hace tiempo, tanto Brasil como Paraguay y Uruguay, vienen presionando a la Argentina por la apertura del Mercosur al libre comercio con otros países y a que se baje el arancel externo común. Esa parece ser la cuestión que mayor y máximo interés despierta en los mandatarios de turno que se suceden en una región tan políticamente volátil como la sudamericana. 


Con este antecedente fue que en su breve intervención, el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, marcó su malestar con el estado de situación actual: “Tenemos que avanzar en la negociación con otros bloques. Nosotros no estamos conformes, creemos que es muy buena iniciar diálogo, sentarse en la mesa pero la suma de situaciones en las cuales no capitalizan estos acuerdos generan frustraciones”. 


“Obviamente que el MERCOSUR pesa, su actividad , su producción pesa en el concierto internacional. Lo que no puede ser y no debe ser es un lastre. Nosotros no estamos dispuestos a que sea un corsé en el cual nuestro país no se pueda mover”, marcó. 


Al respecto, sobre el cierre de las intervenciones, el presidente argentino no dejó pasar la situación y fue crítico de las palabras de su par charrúa. 


“Quisiera quedarme con la expresión de la mayoría de todos nosotros que es la expresión de seguir encontrando mecanismos para poder avanzar, de consenso y que fundamentalmente todos podamos sentirnos hermanos”, partió por señalar el mandatario. 


En esta línea contempló que “si nos hemos convertido en otra cosa, en una carga, lo lamento, la verdad es que no queríamos ser una carga para nadie. Además, una carga es algo que hace que a uno lo tiren de un barco y lo más fácil es bajarse del barco si es que esa carga pesa mucho”


“Terminemos con esas ideas que ayudan tan poco a la unidad en un momento en que la unidad tanto nos importa, ¿ok? No queremos ser lastre de nadie. Si somos un lastre que tomen otro barco pero lastre no somos de nadie”, cerró Fernández.