En las últimas horas, trascendió la polémica decisión de una
jueza camarista que -en soledad y desoyendo el voto en disidencia de sus
colegas de tribunal y del propio fiscal- resolvió darle cuestionados
privilegios a la escribana y homicida Adriana García para que cumpla con sus
salidas laborales, desde la Cárcel de Mujeres (UP5) de Villa Lanús de Posadas,
hasta la empresa de transporte de carga donde trabaja desde hace varios meses.
La resolución es del pasado 3 de agosto y fue dictada por la
presidenta del Tribunal Penal 1 de Posadas, Viviana Gladis Cukla, en un incidente
donde la condenada García le pidió un automóvil para ir a trabajar a las
oficinas de un conocido transporte de la ex ruta 213.
García, en los fundamentos de su pedido a su amiga
magistrada Cukla, le cuenta que trabaja todos los días de 07:00 a 19:00, y que
el vehículo solicitado (un moderno Citröen C3), debe “considerarse una
herramienta de trabajo, sumado a las deficiencias que presenta el servicio de
transporte público…”. Por lo que se observa, a la escribana García, proveniente
de una reconocida familia de la “high society” posadeña, no le gusta nada tener
que salir temprano a la mañana de la cárcel de Mujeres y tomarse al menos dos
colectivos para llegar a su lugar de trabajo.
Cabe recordar que García (63) purga una condena a prisión
perpetua por ser penalmente responsable del asesinato de su ex marido, el
abogado Guillermo José Valdez (50), ocurrido en 2003, en una residencia
familiar del centro de Posadas. El Tribunal Penal Uno incluso le redujo la pena
por la aplicación del “estímulo educativo” y fue allí donde comenzó a gozar de
la libertad condicional y su reinserción laboral como trabajadora con relación
de dependencia.
El asesinato de Valdez, es recordado como uno de los
crímenes más sanguinarios de la historia misionera. Y también fueron condenados
por aquel hecho tanto la escribana García, como Bertoldo Neumann Rojas y el
amigo de este último, Jorge “Mosquito” Ramírez.
Hace unos años, García fue beneficiada con el régimen de salidas transitorias, debido a que cumplió 15 años como reclusa. Actualmente, trabaja en una empresa privada y es por ello que cuenta con un régimen de semilibertad, lo que le permite salir de prisión todos los días y luego volver al reclusorio.