SALUD | Nacionales | 13/02/2023
El preservativo es el único método que, además de evitar el embarazo, previene infecciones de transmisión sexual (ITS) como el VIH (virus de inmunodeficiencia humana). Los especialistas señalan que se debe usar en todas las prácticas sexuales. Sin embargo se estima que apenas el 14% lo utiliza en todos los encuentros íntimos como forma de protección.

Para tomar dimensión de su uso profiláctico, se estima que 9 de cada 10 personas que se infectan con VIH es no haber utilizado el preservativo en sus relaciones sexuales.

“Los datos son alarmantes, ya que según información de la AHF Argentina (La ONG que más trabaja en prevención, detección y tratamiento de VIH y), sólo el 14,5% de la población utiliza preservativo en todas sus relaciones sexuales y se estima que en el país 139.000 personas conviven con el VIH”, advirtió Silvina Valente (M.N. 87798), jefa de la sección Sexología Clínica del Hospital de Clínicas “José de San Martín” de la Ciudad de Buenos Aires.


“El problema está en la falta de propaganda como política pública sobre la importancia del uso. La falta de la correcta implementación de la Ley de Educación Sexual Integral también dificulta que a corta edad los adolescentes tomen conciencia sobre el uso del preservativo e inicien su actividad sexual protegidos, ya que por la falta de información y de uso del preservativo vemos más casos de ITS y embarazos no deseados”, agregó la especialista.


Una de las barreras para ampliar su utilización como medida de protección sanitaria radica en la falsa creencia sobre que el preservativo es para adolescentes o para las personas viven una relación no estable en la juventud.


“Lo cierto es que es un método que no tiene edad y preserva nuestra salud sexual de contraer alguna infección de transmisión sexual y esto no es solo para adolescentes y jóvenes con múltiples contactos sexuales. Es fundamental pensar que lo podemos usar en un contexto de pareja y también más allá de la menopausia. Sabemos que la sexualidad acompaña todas las etapas de la vida y el no contraer enfermedades contribuye a nuestro bienestar”, subrayó.

Si el preservativo se emplea correctamente, el riesgo de embarazo en una relación sexual es de 3%. Sin embargo, hay un riesgo mayor de embarazo si uno no lo usa adecuadamente. En muchas ocasiones, se rompe o se rasga por utilizarlo de forma incorrecta, “usando lubricantes que no son al agua como se recomienda”, indicó la doctora.


El uso correcto y sistemático de preservativos masculinos y femeninos durante la penetración vaginal o anal puede proteger contra la propagación de las ITS, incluida la infección por el VIH.

“Los datos demuestran que los preservativos masculinos de látex, si se utilizan de forma sistemática, tienen un efecto protector del 85% o más contra la infección por el VIH y otras ITS. También existen preservativos vaginales y este año vuelven a venderse en Argentina”, destacó la doctora Valente.


Por último, concluyó: “Conocer acerca del uso del preservativo, la eficacia, la seguridad y la potenciación del erotismo que tiene el mismo son pasos a seguir para hacernos amigos con su utilización, ya que la sexualidad es el derecho a vivir el placer con la seguridad de que no nos vamos a infectar, ni a embarazarnos, sino queremos y divertirnos”.


Pautas de uso del preservativo

- Usarlo desde el principio de la relación sexual y también para el sexo anal y oral.

- Antes de ponérselo, mirar siempre la fecha de vencimiento.

- No usarlo si al abrirlo se nota que está quebradizo, pegajoso o visiblemente dañado.

- Sacarlo del envoltorio con cuidado, evitando el uso de dientes o instrumentos cortantes, como cuchillos o tijeras.

- No utilizar dos juntos, ya que la fricción puede dañar el látex y hacer que ambos se rompan.

- Tener presente que no es reutilizable y reciclable.

- En caso de utilizar lubricantes, asegurarse de que sean en base a agua para no dañar el látex.

- Guardarlos en un lugar seco y fresco porque el calor o la humedad excesivos pueden afectar al material. Por esto, no se recomienda almacenarlos por un largo período de tiempo en la cartera o los bolsillos.