Esta vez, al momento de tomar el micrófono, Ibra no pudo mantener su habitual personaje y se derrumbó en un mar de lágrimas antes de dedicarle unas sentidas palabras a la afición "Rossonera" y a sus compañeros, quienes le hicieron un pasillo para despedirlo.

Ibrahimovic, quien cumplirá 42 años en octubre, deja el Milan como un auténtico mito tras un temporada alejado de los focos por distintas lesiones, aunque en la que su papel de figura trascendental en el vestuario fue impecable.

"Su rol siempre fue el de un gran motivador y un gran jugador, espero que pueda seguir siéndolo", había dicho el entrenador Stefano Pioli, el pasado 10 de febrero, cuando Zlatan fue convocado por primera vez en su última temporada.

De esta manera, luego de 24 temporadas como futbolista profesional, la leyenda sueca dejó Milan con unas cifras de 93 goles y 35 asistencias en 116 partidos en dos etapas, además de un legado mucho mayor en el que también se incluyen dos "Scudetti" y una Supercopa de Italia.