El pasado viernes se registró el primer fallecimiento, y ayer los dos últimos. La edad de las víctimas variaba entre los 52 y los 95 años.
Esta es la primera ciudad del estado de San Pablo que registra muertos por falta de camas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los hospitales y, según informó la agencia de noticias Sputnik, en Taboão da Serra, de casi 300.000 habitantes, ya no hay camas de terapia intensiva en sus hospitales.
La ciudad se encuentra en el área metropolitana de San Pablo, que actualmente tiene el 81,2% de sus camas de UCI ocupadas.
Varios estados brasileños tienen los sistemas hospitalarios colapsados y algunos, como Santa Catarina o Minas Gerais en los últimos días empezaron a trasladar pacientes en avión a otras regiones.
Pero en pleno flagelo, el presidente Jair Bolsonaro insiste en no decretar cuarentenas y en cada oportunidad que se le presenta minimiza los devastadores efectos de la enfermedad y rechaza las medidas de prevención impulsadas en el resto del mundo, como cuarentenas y restricciones a la circulación.
Brasil, el tercer país más golpeado del mundo por la pandemia, detrás de Estados Unidos e India, acumula 11,1 millones de contagios y 266.000 muertos, según los últimos reportes sanitarios.