El crecimiento en la cantidad de muertes es consecuencia directa de un aumento exponencial en los casos confirmados en todo el país, producto –según los especialistas– de las dos variantes del COVI-19 descubiertas en el país: P.1, conocida como Manaos, y P.2, de Río de Janeiro.
Según un estudio del Instituto Adolfo Lutz, reproducido por medios locales, la Manaos es actualmente la cepa dominante en las regiones más pobladas del gigante sudamericano, como San Pablo, donde el 90 por ciento de los casos corresponden a esa variante radicalmente más contagiosa que el virus original.
Las autoridades sanitarias brasileñas determinaron que la P.1 sería entre 1,7 y 2,4 veces más transmisible e incluso capaz de evadir la inmunidad obtenida por la infección con otras cepas, lo que la hace más temible.
Se trata de una cepa que ya es dominante, también, en ciudades de la Argentina como La Plata, donde se determinó que está presente en casi el 80 por ciento de los infectados, y en Mar del Plata, pero en este caso aún en pacientes aislados.