Las intervenciones se hicieron en los últimos días en San Miguel de Tucumán, en el Centro Integral de Arritmias de esa provincia, en cinco hombres y dos mujeres de entre 50 y 70 años. Todos respondieron favorablemente.
Este novedoso marcapasos ya se utilizaba en Europa y en Estados Unidos. Una de sus ventajas, en primer lugar, es su tamaño: es un 93 % más pequeño y no tiene cables.
Este formato mini hace que sea más fácil de colocar. No se le hace ninguna incisión al paciente: sólo un pinchazo en la pierna para implantar el dispositivo a través de la vena femoral. “Pasamos los introductores, pasamos el aparatito, lo ubicamos, sacamos los introductores y se comprime el pinchazo”, explica Luis Aguinaga, director del Centro Integral de Arritmia y el cardiólogo que llevó a cabo las intervenciones.
En la colocación de un marcapasos tradicional, el paciente puede estar internado entre 24 y 48 horas. Con este, a las seis horas recibe el alta y la práctica se realiza en unos 20 minutos sin anestesia general, con una sedación leve.