“Además, algunos mamíferos pueden servir de recipientes en los cuales los (distintos) virus de la gripe pueden mezclarse, llevando al surgimiento de nuevos virus que pueden ser más perjudiciales para los animales y las personas”, expresó la Agencia de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de Salud Animal. Estas entidades pidieron a todos los países que trabajen juntos y a través de todos los sectores para proteger a las poblaciones humanas y animales.
El primer linaje del virus H5N1 de la gripe aviar se identificó en 1996 y desde entonces ha causado varios brotes infecciosos entre aves. En 2020 una variante del virus causó un número importante de muertes entre aves de corral y silvestres en África, Asia y Europa, y luego se extendió hacia Norteamérica, Centroamérica y Sudamérica.
Un total de 67 países en los cinco continentes reportaron casos en 2022, con 131 millones aves domésticas muertas, sea por la enfermedad o porque tuvieron que ser sacrificadas, lo que ha afectado a numerosas comunidades que dependen de esta actividad económica.