SALUD | Nacionales | 14/07/2023
La polenta es una sémola obtenida a partir de maíz secado y triturado. Fue Italia, en la época de esplendor del Imperio Romano y especialmente las regiones norteñas de Véneto y Lombardía, quien dio fama mundial a este alimento a finales del siglo XX. Entonces, esta sémola pasó de ser un alimento humilde a estar en casi todos los recetarios.

Existen tres tipos fundamentales de polenta. La más extendida es la amarilla, seguida de la blanca (elaborada con harina de castañas o de maíz blanco) ideal para pescados y de la polenta negra, a base de trigo sarraceno. La amarilla combina con todo, la blanca es ideal para pescados y la negra, que tiene un toque amargo, se prepara tradicionalmente con mantequilla y anchoas.

Además, a partir de la polenta amarilla se prepara la polenta curtida, que es tostada después de la cocción, y la untuosa, que se mezcla con cremas.

Los beneficios de la polenta son varios. Es un alimento de muy fácil digestiónlibre de colesterol (si no se le añaden cremas, mantequilla o queso) y sin gluten, por lo que es ideal para los celiacos. También tiene una gran capacidad saciante.

La sémola de maíz aporta vitaminas y minerales, sobre todo la vitamina A, necesaria para el buen funcionamiento de los pulmones, riñones y corazón. Posee vitaminas del grupo B, esenciales para las reacciones mediante las cuales se obtiene energía, y minerales como hierro, zinc, magnesio o potasio.

Es fuente de fibra y antioxidantes, y su índice glucémico es bajo por sus carbohidratos de asimilación lenta.

Para preparar un plato de polenta hay que añadir líquido, sal y el condimento que se desee. Así de fácil y simple. Se puede elegir entre agua, caldo de pollo, leche entera o descremada. El agua le dará un sabor natural, mientras que las otras opciones se lo acentuarán. Además, la leche le dará una textura más cremosa.

La polenta tradicional (la amarilla) necesita entre 15 y 45 minutos de cocción. Como el arroz, también existe la polenta instantánea o precocida que está lista en pocos minutos.

Lo más importante en su elaboración es esparcir la polenta en el líquido hirviendo a modo de lluvia para evitar los grumos no deseados. La proporción de líquido también es importante: es preferible utilizar una medida de polenta por tres medidas del líquido que se elija.