La medida del martes se sustentó en el comunicado del 7 de julio último, en el cual la UTA detalló el incumplimiento salarial por parte de las empresas de colectivos. Para entonces se reclamada un aumento escalonado de $348.800 en julio, $380.192 en agosto y una remuneración básica de $414.409 en septiembre.
Luego de varios paros sorpresa, quites de colaboración y tras el desembolso de subsidios para el Grupo Z, se descomprimió por unos días la situación. Pero la tregua duró menos que un suspiro: con una avidez sin límites, la pretensión es recibir $1.400 millones en subvenciones para pagar los sueldos.