Así, consideró haber cumplido "ampliamente" con los objetivos que se habían propuesto desde LLA.
Pese a ese análisis, Milei entendió que Massa buscó "agredirlo y tratar de hacer cosas" para sacarlo "de las casillas", con la supuesta idea de mostrarlo "como alguien desequilibrado y que no está en condiciones de gobernar".
"Eso lo buscó intensamente, fue muy agresivo, tuvo frases muy ofensivas hacia mi persona", interpretó el candidato libertario, quien buscó victimizarse: "Como todo el aparato juega a favor de Massa, en su equipo tenía un conjunto de psicólogos que estaban buscando puntos con los cuales agredirme, y una de las cosas que lograron fue que el público que llevaba cada uno, en lugar de estar en el lugar en el que uno estaba en el atril, lo pusieron en diagonal".
De modo tal que, dijo, "el público de Massa estaba enfrente mío y, cada vez que yo tenía que hablar, se dedicaban a toser, era un coro de tos".
"Él buscaba un desborde emocional mío y no lo logró, aun con los tosedores, es un tema no menor", subrayó.
Anteriormente, desde las redes sociales y de madrugada, Milei había advertido a sus seguidores y a su espacio que quedan cuatro días por delante "para convencer a los que aún están indecisos".
En un posteo titulado "lo que dejó el debate", emitido a las 4:30 de la madrugada en la red social X (Antes Twitter), el diputado nacional y candidato de ultraderecha sostuvo que el país se enfrenta a "una decisión muy clara" y convocó a plantear si las personas "quieren mantener este rumbo o algo distinto".
En ese marco, dijo que, de cara al balotaje, "de un lado" hay "un político mentiroso, cínico, coacheado, prepotente y soberbio que cree que el Estado le pertenece; y que quiere seguir haciendo las mismas cosas que vienen fracasando hace décadas que solo benefician a los amigos del poder".