“La facultad de fijar un precio de referencia de la materia prima resulta esencial para beneficio de los sectores más débiles de la cadena de producción y comercialización del producto, es decir los pequeños productores y el sector de la cosecha que son nuestros tareferos. Esto fue uno de los motivos fundantes del INYM y de la aprobación de la Ley”, recordó Arjol.
El legislador consideró que las normas contenidas en el DNU 70/2023 significan un duro golpe a esta economía regional y explicó que el proyecto tiene dos objetivos centrales: por un lado, dejar sin efecto los artículos 164 a 168 del DNU y por el otro, restituir la redacción antes vigente, con una sola modificación en el inciso r) del artículo 4 referido a la dinámica del acuerdo de precios. “Se propone reemplazar el mecanismo de la unanimidad del directorio, por una mayoría calificada de dos tercios de sus miembros” expuso.
“Es muy difícil encontrar antecedentes de entes que para decidir, precisen obligatoriamente del voto en un solo sentido de todos sus miembros. Exigir que al menos dos tercios deban ponerse de acuerdo, nos parece una medida sana, que tenderá a destrabar y agilizar el mecanismo. Solo, suponiendo que esto no se logre, se requerirá el laudo del Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación o del funcionario que lo sustituya en el futuro”, puntualizó.
Además, el legislador misionero criticó el funcionamiento del instituto durante los últimos años y manifestó que es un manejo que puso en vilo al sector productivo y que se replica en varios organismos productivos de la provincia, como el Ministerio del Agro o el IFAI. En esa línea, calificó " como una locura" la creación de un instituto provincial de la yerba mate. " Eso se traducirá en más burocracia, mayor impuesto, más empleos públicos y en definitiva, no va a poder lograr controlar precios", sentenció.
Arjol remarcó que es fundamental cuidar la sustentabilidad del sector yerbatero y de los miles de pequeños productores de la provincia de Misiones que en superficie no exceden de 25 hectáreas pero para quienes el cultivo de la yerba mate es su medio de subsistencia.