INFORMACION GENERAL | Internacionales | 01/05/2024
Este miércoles se conmemora un nuevo feriado por el Día del Trabajador, gracias a la lucha de la clase obrera en los Estados Unidos para conseguir derechos laborales inexistentes en aquel entonces. El deseo de los trabajadores de cumplir una rutina de 8 horas (en lugar de 16) fue fundamental para sumar descanso en el día.

En la ciudad norteamericana de Chicago, así como en otras partes del mundo, el final del siglo XIX se vio marcado por una creciente organización de los trabajadores, quienes empezaron a ingresar en sindicatos y otras formas de asociaciones laborales con el objetivo de luchar por mejoras en sus condiciones de trabajo.

Entre las demandas más importantes de este movimiento obrero se encontraba la instauración de una jornada laboral limitada a ocho horas. En aquellos tiempos, no era raro que los trabajadores, incluidas mujeres y niños, estuvieran sujetos a jornadas de hasta dieciséis o dieciocho horas bajo condiciones insalubres y por remuneraciones mínimas.

Los esfuerzos por reformar la jornada laboral no eran nuevos. Ya desde fines del siglo XVIII, la Revolución Industrial en Gran Bretaña había motivado las primeras manifestaciones obreras, que denunciaban las penosas condiciones laborales. Sin embargo, fue hacia finales del siglo XIX cuando la lucha por la jornada de ocho horas comenzó a ganar mayor visibilidad y apoyo a nivel internacional.

En este sentido, el presidente estadounidense Andrew Johnson promulgó en 1868 la Ley Ingersoll, la cual establecía formalmente la jornada de ocho horas, aunque su aplicación efectiva enfrentó una fuerte resistencia por parte de los empresarios y no se materializó de inmediato.

Los Mártires de Chicago fueron un grupo de activistas laborales y anarquistas que fueron procesados y condenados en relación con manifestaciones en favor de la jornada laboral de ocho horas en Estados Unidos.

Los eventos que llevaron a su condena se centran en particular alrededor del 1 de mayo de 1886, seguido de días de protesta culminando el 4 de mayo con el incidente conocido como el atentado de Haymarket en Chicago. Durante este último evento, una bomba explotó en medio de una manifestación en Haymarket Square. En el episodio murieron varios policías y manifestantes.

En el caótico contexto de lucha por los derechos laborales y las tensiones sociales de la época, las autoridades arrestaron a ocho hombres. Los acusaron de conspiración y de instigar la violencia. Los acusados fueron August Spies, Albert Parsons, Adolf Fischer, George Engel, Louis Lingg, Michael Schwab, Samuel Fielden y Oscar Neebe. A pesar de la falta de evidencia directa que conectara a todos ellos con el lanzamiento de la bomba, fueron juzgados en un contexto de fuerte hostilidad hacia el movimiento obrero y particularmente hacia sus facciones más radicales.

Cuatro de los acusados fueron condenados a la horca y ejecutados (Spies, Parsons, Fischer y Engel), uno se suicidó en prisión antes de su ejecución (Lingg), y los otros tres recibieron largas condenas de cárcel (Fielden, Schwab, y Neebe), aunque más tarde fueron indultados en 1893 por el gobernador de Illinois, John Peter Altgeld, quien cuestionó la validez del juicio y señaló la falta de pruebas que directamente asociaran a los condenados con el acto de violencia.

¿Desde cuándo se celebra el 1 de Mayo el Día del Trabajador?

El 1 de mayo se celebra el Día del Trabajador desde el año 1890. Esta conmemoración fue instituida durante el Congreso de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889, donde se acordó organizar una manifestación con carácter internacional el 1 de mayo del siguiente año, en demanda de la jornada laboral de ocho horas.

La fecha fue elegida para conmemorar los sucesos de Haymarket en Chicago, que tuvieron lugar en mayo de 1886, y que terminaron con la ejecución de varios activistas laborales conocidos posteriormente como los Mártires de Chicago. Desde entonces, el Día Internacional del Trabajador se piensa en todo el mundo como un día de reivindicación de los derechos laborales y de solidaridad entre los trabajadores.