El estudio arrojó que en el primer semestre del año, la actividad acumula una contracción del 9,7%. Por su parte, la medición desestacionalizada registró una caída mensual de 0,4%. En este sentido, se observó una desaceleración del retroceso frente a la medición de mayo, que había arrojado una merma del 1%. Además, indicó que “en términos desestacionalizados, el segundo trimestre del año muestra una contracción de 1,5% al comparar con el primer cuarto.
Al analizar el declive en la comparación interanual, la consultora manifestó que “contrario a lo que sucede con la actividad en general, en el sector manufacturero la contracción aún no encontró un piso, a pesar de que lleva ya 14 meses consecutivos de números negativos” y precisó que “entre los sectores, las caídas anuales más fuertes se dieron en maquinaria y equipo, minerales no metálicos, y metales básicos”.
En relación al contexto en el que se produjo un nuevo descenso, el informe señaló que “la producción del sexto mes estuvo influenciada por factores circunstanciales, como un conflicto laboral de los trabajadores del neumático, y paradas industriales en la semana que tuvo tres días feriados, particularmente en varias terminales automotrices, que decidieron por la baja demanda parar por toda esa semana”.
En cuanto a la perspectiva para los próximos meses, desde Ferreres sostienen que “hacia adelante esperamos un período de estancamiento cercano a los bajos niveles actuales, que daría luego lugar a una paulatina recuperación cuando la recomposición de los ingresos de las familias provoque una mejora en la demanda interna”.