Crece la tensión para la jornada de este miércoles en la Cámara de Diputados, porque las cuentas no dan para quienes quieren dar vuelta el rechazo del Poder Ejecutivo, aunque tampoco está tan claro que el presidente Javier Milei pueda imponer cómodamente su posición.
A pesar del antecedente del pasado 5 de junio, en el que Diputados consiguió aprobar la Ley de Movilidad Previsional con dos tercios, ahora el panorama está más empantanado.
La expectativa tiene como condimento extra que para que se rechace la medida presidencial hacen falta dos tercios de los legisladores presentes al momento exacto de la votación, por lo que las ausencias pueden ser tan decisivas como las presencias. Matemática política.
En su momento, la iniciativa se aprobó con 160 votos afirmativos, 72 negativos y hubo 8 abstenciones. Se llegó con lo justo, ya que a la hora de votar había 240 legisladores presentes. La ausencia de los 17 necesarios para alcanzar el total del pleno (de los que al menos 11 corresponden a bloques que hoy apoyan el veto), colaboró con las cuentas de ese entonces. De estar todos en sus bancas, se necesitarán 170 votos para revocar la decisión presidencial.
Esto se suma a que la UCR, impulsora del proyecto a mediados de año, irá dividida. Al menos cinco diputados de la bancada radical cambiarán su voto para apoyar al Gobierno. Además, el bloque pierde una banca que hubiera sido favorable al rechazo, ya que Pedro Galimberti renunció esta semana para ocupar un cargo en la Delegación Argentina en la Comisión Técnica Mixta (CTM) de Salto Grande y en su lugar asumirá Nancy Ballejos, por el PRO. No está confirmado que la reemplazante jure este miércoles, pero, de cualquier manera, su posición estaría más cerca del Presidente.