En el marco del Día Mundial de la Prevención del embarazo no planificado en la adolescencia, especialistas llaman a tomar conciencia sobre la necesidad de generar acciones de prevención.
El embarazo adolescente conlleva mayores riesgos para la salud tanto de la madre como del bebé y las jóvenes embarazadas tienen mayor riesgo de experimentar complicaciones médicas durante el embarazo y el parto.
En los últimos 10 años, la Argentina logró reducir el embarazo adolescente en un 60%, ya que en 2013 hubo 117.386 nacimientos de madres menores de 20 años y en 2022 bajó a 47.630 nacimientos de madres de la misma edad. Según se informó, la tasa de embarazo adolescente es más alta en los sectores de menor nivel socioeconómico y las provincias con más embarazos en la adolescencia son Chaco (20,4), Formosa (21,7) y Misiones (19,9).
“A nivel mundial, hace décadas se trabaja para reducir los embarazos en la adolescencia que, según la OMS, son los que ocurren entre los 10 y los 19 años. Por esta razón, el 26 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Prevención del embarazo no planificado en la adolescencia y se plantea como un día de concientización a la población sobre la necesidad de generar acciones de prevención con respecto a este tema”, comentó la ginecóloga Valeria Valko.
-Complicaciones maternas: hay una mayor morbimortalidad, mayor tasa de infecciones, mayor riesgo de preeclampsia-eclampsia, más anemia. No son menores las afectaciones psicológicas que puede acarrear, sentirse aislado y con baja autoestima.
-Complicaciones para el bebe: hay más probabilidades de bajo peso, premadurez, infecciones y mortalidad.
-Riesgo socioeconómico: múltiples estudios muestran una interrupción en la educación, tener un embarazo en la adolescencia disminuye la posibilidad de que la persona termine sus estudios secundarios, terciarios o universitarios con respecto a una persona que no tuvo un embarazo en la adolescencia. Esto a su vez trae aparejado que los trabajos que pueda conseguir sean peores pagos e informales.