La inflación y la pérdida de poder adquisitivo han sido factores clave en esta disminución, ya que los consumidores optaron por alternativas más accesibles como el pollo y el cerdo. Mientras tanto, el precio de la carne vacuna subió un 33% en los primeros diez meses de 2024, frente a aumentos mucho mayores en el pollo y cerdo, que subieron un 176% y un 173%, respectivamente.
Aunque la producción frigorífica repuntó en octubre con 290.000 toneladas de res con hueso, la absorción interna continuó en declive, con una caída del 10,2% interanual en el consumo doméstico. En contraposición, las exportaciones de carne vacuna marcaron un récord, alcanzando las 784.000 toneladas en lo que va del año, un aumento del 12% respecto al 2023. China sigue siendo el principal destino de las exportaciones, aunque Israel y Estados Unidos han incrementado notablemente sus compras.
A pesar del alza en las exportaciones, el precio promedio de la carne exportada ha mostrado una recuperación marginal, aunque sigue por debajo de los niveles de 2023, afectado principalmente por la caída de los precios en el mercado chino.