Un empleado que viaja cuatro veces al día (ida y vuelta al trabajo y al almuerzo), de lunes a viernes, debe gastar:
Si además trabaja el sábado, realizando los mismos cuatro viajes adicionales, el costo semanal asciende a:
Estas cifras no incluyen otros gastos habituales, como alimentación, servicios y vivienda, lo que genera una creciente preocupación entre los trabajadores. El incremento, lejos de acompañar una mejora en la calidad del servicio, sigue dejando a los usuarios enfrentando colectivos en mal estado, con frecuencias ineficientes y horarios que no se cumplen.
El transporte público de Posadas, controlado por un monopolio desde hace años, recibe constantes críticas debido a la falta de inversión en infraestructura y atención a las demandas de los pasajeros. Mientras tanto, los usuarios continúan pagando tarifas que no se condicen con el servicio recibido, en un contexto económico donde cada peso cuenta.
El aumento, aunque previsible, evidencia la necesidad de revisar el sistema de transporte público en su conjunto, garantizando no solo tarifas justas, sino también condiciones dignas para los pasajeros.