Uno de los principales reclamos fue la designación de un presidente para el INYM, un cargo clave para el funcionamiento del organismo. Sin embargo, Vallejos reveló que desde Nación rechazaron el pedido bajo el argumento de que no quieren tratar el precio de la yerba mate.
Ante esta negativa, plantearon la necesidad de que el INYM siga cumpliendo otras funciones, pero la respuesta que recibieron generó indignación: “Nos pidieron que trabajemos en la reconversión del pequeño productor. Esa es la palabra que usaron. Que se reconvierta, que haga otra cosa”, relató Vallejos.
El director del INYM cuestionó esta postura y advirtió sobre el impacto de la desregulación del mercado, que deja a los pequeños productores sin herramientas para competir. “No es tan fácil. ¿Cómo es posible una reconversión cuando se anuló la resolución que limitaba las plantaciones y, mientras el pequeño productor lucha por sobrevivir, los grandes pueden plantar 100, 200 o 500 hectáreas más?”, subrayó.
La falta de respuestas y el avance de las grandes industrias sobre el mercado yerbatero agravan la crisis del sector, mientras miles de productores siguen sin una política de protección ante la desregulación impulsada por el gobierno nacional.
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