La suba se da en el marco de una caída sostenida de la venta de combustibles, que acumula diez meses consecutivos a la baja. En septiembre, el descenso interanual fue de 11,8%.
Si bien todavía no fue confirmado el porcentaje exacto del aumento, se calcula en torno al 4% con base en la devaluación mensual del peso que permite el Gobierno nacional mediante el crawilng peg, de alrededor del 2%, más la reciente actualización, también de 2%, de los valores en los biocombustibles utilizados para el corte de gasoil y nafta.
A eso se sumaría una posible alza del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC).
En octubre, tras la caída del precio del crudo del petróleo, el combustible había sufrido una baja del 1%. Sin embargo, a pesar de esta disminución, la nafta alcanzó una suba anual de 89,51%.