ECONOMIA | Nacionales | 09/09/2019
Días atrás, el titular de la UIA, Miguel Acevedo, consideró que la recuperación del poder adquisitivo demandará 10 años.

A la luz del nuevo decretazo que selló el valor del salario mínimo ($16.875 en octubre contra una CBT de $32.000), y la franja paritaria general entre el 25% y el 35%, el destino a diciembre es "perder por lo menos posible" para sindicatos, organizaciones sociales y jubilados. Economistas de diversos signos consultados por BAE Negocios coincidieron en los trazos básicos del escenario y remarcaron más que obstáculos para "aliviar" la escacez salarial. Incluso para algún atisbo de brote verde pasarán 5 años, deslizaron.

"Hay una situación de enorme volatilidad macroeconómica, dada por la incertidumbre en relación al desembolso del FMI, el comportamiento de los depositantes y a la reacción de los capitales luego del 27 de octubre", expresó Ricardo Aronskind, economista y magister en Relaciones Internacionales, investigador docente en la Universidad Nacional de General Sarmiento. A consideración del experto, descartando una crisis bancaria y cambiaria, vienen meses inflacionarios que no fueron contemplados en las paritarias 2019. "El salario real seguirá descendiendo, esperemos que no en forma aguda. Ahora, si se produce alguna crisis financiera, se deberán tomar medidas de emergencia en resguardo de sueldos y para frenar el incremento del desempleo". Aronskind añadió que el telón de fondo a toda esta coyuntura es "la contracción de la actividad económica, la recesión y la falta de medidas de reactivación".

Por su parte, el economista Daniel Briones, sobre números del SIPA, recordó que la masa salarial promedio real en los últimos 12 meses, con registro a junio pasado, fue un 7% inferior al mismo período de 2018 y la remuneración real promedio se redujo un 8,1% interacual. "La devaluación post PASO impactó en el proceso recesivo y por ende en los salarios. El pedido de reapertura de paritarias para la revisión de acuerdos se corresponde con la conyuntura actual, en rigor de la pérdida de poder adquisitivo desde que firmaron sus convenios como también la inflación que para diciembre llegaría a 55%".

Briones hizo hincapié además en la interacción de la defensa de los salarios con la pérdida de puestos de trabajo "que condicionan a organizaciones sindicales". "En los datos que a junio oficializó la secretaría de Trabajo hay 172.169 trabajadores menos que en el mismo mes de 2018 y la baja en monotributo social de 48.300 trabajadores".

Desde el Frente de Izquierda, Esteban Mercatante, economista del PTS, resumió aspectos económicos, políticos y sindicales para enmarcar el corto plazo de salarios y paritarias. "Las paritarias cerraron entre el 25 y el 35% anual, si hablamos de medidas en este nuevo capítulo de emergencia hasta ahora solo hubo paleativos, como los aportes personales para seguridad social para disimular otros daños. O la suspensión del IVA para algunos alimentos no impacta en la potencia de la inflación. La pérdida del poder del salarial es susntantivo que se suma al 20% ya acumulado en la era Macri". Mercantante enfatizó que las revisiones paritarias previstas para noviembre, "podrán adelantarse, en un clima tenso. Todo ante la pasividad de los sindicatos que respaldan a Alberto Fernández. Será necesaria mayor iniciativa política, tal cual lo planteamos desde el Frente de Izquierda".

A la hora de sumar al escenario a los "perdedores por excelencia" en tiempos de crisis, Germán Muiño, economista del CEPA, visualizó también los márgenes de indigencia. Para el analista, cubierta por el momento, la urgencia del tipo de cambio "debería ser prioridad el problema alimenticio, el incremento de los niveles de indigencia y recuperar en algún grado los salarios". Según estimó Muiño, más allá de la "contención" de organizaciones sociales y sindicales "las posibilidades de serios conflictos sociales están latentes. No soy optimista en cuanto a reapertura de paritarias sobre todo en el sector industrial, la caída de la actividad, el deterioro de la cadena de pagos es alarmante".

En cuanto a la "solidez" del shock anunciado por el ministro Hernán Lacunza para contener la divisa "la estabilidad cambiaria es frágil, debemos decir, si la apuesta del Gobierno sigue siendo al desembolso del FMI deberían explicitarlo porque el escenario es muy delicado. El traslado a precios de la devaluación sigue siendo una constante sin frenos con lo que eso conlleva", sostuvo.