El pasado miércoles, una escuela en Mendoza fue el escenario de un acto de violencia de género cuando un joven de 19 años apuñaló a su ex pareja y compañera de clase, con quien tiene un hijo en común. La víctima fue hospitalizada y el agresor fue detenido como resultado del ataque.
El incidente ocurrió alrededor de las 7:30 p.m. en el auditorio del Instituto de Enseñanza Superior 9-001 General José de San Martín en el departamento homónimo del este de la provincia de Cuyo. La policía recibió una alerta de emergencia sobre una mujer que había sido agredida en el interior del edificio educativo. Cuando llegaron, encontraron a la víctima con una lesión cortante en la pierna. La trasladaron rápidamente al hospital Perrupato.
El atacante, Ricardo Álvarez, y la víctima asistían al mismo curso de Administración de Empresas en el terciario. Según las investigaciones hasta el momento, ambos se encontraron en la escuela y, después de una discusión, él la atacó con un cuchillo. El joven escapó, pero fue detenido al día siguiente.
Se activó el protocolo de violencia de género en el caso, y se descubrió que Álvarez ya tenía antecedentes: su ex pareja lo había denunciado dos veces en 2021 por haberla golpeado. En la segunda ocasión, ella afirmó que había sido agredida físicamente "por haberlo denunciado". Como resultado, se impuso una restricción de acercamiento al joven.
Sin embargo, posteriormente, el acusado fue encontrado violando la medida perimetral con la denunciante en la vía pública. Por estas causas, Álvarez recibió una condena en suspenso por lesiones leves y desobediencia.
Ahora, está imputado por el delito de lesiones graves. La justicia mendocina actuó de oficio, y el fiscal Oscar Sívori está al frente de la investigación, ya que la joven no quiso presentar una denuncia. El representante del Ministerio Público Fiscal explicó que ella se opuso debido a una experiencia anterior de violencia física después de haber denunciado al agresor.
Después del incidente, la joven recibió una consigna policial, y la investigación sigue en curso. El fiscal Sívori no descarta una versión que sugiere que Álvarez se inscribió en el terciario no para estudiar, sino para "controlar" a su ex pareja.
