ECONOMIA | Nacionales | 31/07/2023
Según varios relevamientos privados, la inflación de julio se aceleró con respecto a junio. En tanto, advierten por algunos factores que presionarán al alza el IPC de agosto. Entre ellos, se destaca una posible suba en el precio de la carne y otros alimentos básicos.

Es que, según anticipan desde el sector, la puesta en marcha del denominado “dólar maíz”, sumado al componente estacional, permitirá cierta recomposición en los valores de los cortes vacunos, que continúan “atrasados” en relación con la inflación.

Por caso, la semana pasada cerró con subas de en torno al 20% en el precio de la hacienda en pie en el mercado de Cañuelas. Incremento que, señalan desde el sector, podría trasladarse al consumidor a partir de esta semana. Y, por su ponderación dentro de la canasta de alimentos del IPC, presionaría al alza el dato de agosto.

“El nuevo precio del dólar para el maíz no sólo va a afectar el costo del aumento de alimentación en carne vacuna, sino también que lo va a hacer en la carne porcina, carne aviar, en huevos y en leche. Todos estos productos van a sufrir alteraciones en el costo de la alimentación”, señaló a Ámbito Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (CICCRA).

En ese sentido, explicó que en los próximos días podría verse reflejado en las góndolas una suba en el precio de los cortes vacunos: “El aumento que se dio en el mercado los últimos días de la semana pasada, seguramente se van a traducir en un incremento de alrededor de $150 a partir de este lunes. Los otros productos, algunos podrán trasladarlo al mostrador y otros, no. Pero, en carne vacuna, seguramente desde este lunes se van a dar aumentos. Que, quizá, no sea de un día para otro, pero se va a ir trasladando a lo largo de la semana”.

Por su parte, según analizó Eugenio Marí, economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso, “el tipo de cambio diferencial para maíz (que representa cerca del 10% de la estructura de costos de la carne vacuna) y los impuestos para las importaciones de bienes y servicios, se trasladarán parcialmente a los precios de los bienes finales, especialmente en los rubros con mayor ponderación de transables. Aquí aparecen equipamiento y mantenimiento del hogar, indumentaria y alimentos”.

“Por ejemplo, ya estamos viendo importantes remarcaciones en electrónica y también subas en los precios del mercado de carnes de Liniers (la carne tiene una ponderación del 7% en el IPC). Sin embargo, la mayor parte del impacto lo veremos en la medición del IPC de agosto y que proyectamos rondará el 7,3%”, señaló Marí.

En la misma línea, desde Ecolatina habían señalado que “extender el ‘dólar agro’ a cereales como el maíz implica encarecer un insumo relevante del sector engordador de pollos y cerdos y de los feedlots”.