SALUD | Nacionales | 05/01/2024
Ahora que estamos en verano, uno de los grandes placeres es pasar tiempo en la playa, dándonos unos buenos chapuzones y, por supuesto, relajándonos al sol para sentir una cálida sensación vital y ponernos más morenos.
Quienes tienen la suerte de vivir cerca de la costa pueden aprovechar para ir siempre que tengan un rato libre, mientras que el resto de los mortales en muchas ocasiones organiza sus vacaciones con alguna playa en el punto de mira.

 

Sin embargo, el sol puede llegar a ser demasiado abrasador y podríamos acabar quemándonos o sufriendo golpes de calor, muy especialmente en los tiempos que corren, en los que las temperaturas suben de manera significativa y las olas de calor se suceden. Es importante exponerse al sol con responsabilidad y precaución: nos proporciona vitamina D, un elemento fundamental para nuestro cuerpo que permite que nuestro sistema inmunitario funcione bien y absorbamos correctamente el calcio, y los rayos del astro rey incluso nos levantan el ánimo al hacernos liberar endorfinas, pero tampoco hay por qué chamuscarnos.

Las siguientes recomendaciones os ayudarán a estar mejor preparados a la hora de poneros en contacto directo con el sol, no solo en la playa sino también en otro tipo de situaciones. Entre las cosas que hay que tener en cuenta, la primera de ellas es que lógicamente hay ciertas horas en las que el sol golpea con mucha más fuerza.

Mejores horas para tomar el sol

Empecemos por dejar claro cuáles son las horas más problemáticas: entre las 12 del mediodía y las 17 de la tarde es cuando mayor riesgo hay de quemarse, porque los rayos solares nos alcanzan de manera más directa. Tampoco es que haya que dejar de ir a la playa por completo entre esas horas, pero es preferible evitarlas en la medida de lo posible, especialmente si tenemos un tipo de piel sensible, lo cual suele ser el caso en personas rubias y pelirrojas.

Y, si tomamos el sol a esas horas, es muy importante hacerlo con precaución, con protector solar y sin que el tiempo de exposición sea prolongado. Y ojo, porque aunque el cielo esté nublado, podemos quemarnos igualmente, ya que las nubes no impiden que la radiación del sol pase a través de ellas.

Las horas más apropiadas y seguras para tomar el sol son desde que amanece hasta las 11 de la mañana, y desde las 18 de la tarde hasta el anochecer. Durante esos momentos del día, podemos sentir la calidez del sol y aprovechar sus beneficios, sin tener que preocuparnos tanto por los efectos adversos. Por último estarían las conocidas como horas de transición, de 11 a 12 y de 17 a 18, que estarían a medio camino entre el sol más abrasador y el más benigno; si vais a la playa durante esas horas, tened también cierto cuidado.

Además del ya mencionado uso de protector solar, lo cual es algo esencial aunque no del todo infalible, también resulta muy importante estar bien hidratado: llevad agua cuando vayáis a la playa, o incluso si vais a estar en la calle durante el día en esta época tan calurosa. Esto hará que vuestro cuerpo esté en muchas mejores condiciones de hacer frente al calor y a los rayos solares.