El mismo oscila entre un 29,4% y un 29,5% respecto de la cuota del mes de enero, dependiendo la empresa. En este sentido, las firmas de salud privada aseguran que “este ajuste es necesario para preservar la estabilidad financiera ante los incrementos sostenidos en los costos del sector”.
Además, las empresas afirman que la suba trata de “afrontar la inflación proyectada para el mes de febrero” y agregan en sus escritos que “estas adecuaciones son fundamentales para continuar garantizando la adecuada remuneración de los servicios médicos y sanatoriales, manteniendo así la calidad y la normalidad en las prestaciones a nuestros socios”.