INFORMACION GENERAL | Internacionales | 08/01/2024
El papa Francisco calificó este lunes de "deplorable" la maternidad subrogada, a la que consideró una "comercialización" del cuerpo humano, e hizo un llamamiento "para que la comunidad internacional se comprometa a prohibir universalmente esta práctica", en el tradicional discurso de comienzos de año ante el cuerpo diplomático acreditado en el Vaticano.

"El camino hacia la paz exige el respeto de la vida, de toda vida humana, empezando por la del niño no nacido en el seno materno, que no puede ser suprimida ni convertirse en un producto comercial. En este sentido, considero deplorable la práctica de la llamada maternidad subrogada", aseguró. En su opinión, no solo "ofende gravemente la dignidad de la mujer y del niño", sino que "se basa en la explotación de la situación de necesidad material de la madre".

Una técnica autorizada en pocos países del mundo

La Iglesia católica se opone a esta técnica de procreación médicamente asistida, conocida también como "vientre de alquiler", que consiste en implantar un embrión en el útero de una gestante subrogada, que entrega al bebé a la pareja solicitante tras el nacimiento. En junio de 2022, el Papa argentino ya había calificado la gestación subrogada de "práctica inhumana". Pocos países del mundo la autorizan y cuando lo hacen es sobre una base "altruista", es decir sin que haya una compensación financiera de por medio. La gestación subrogada comercial, es decir en la que la gestante obtiene una contraprestación económica, es autorizada en algunos estados de Estados Unidos.

"Un hijo es siempre un don y nunca el objeto de un contrato. Por ello, hago un llamamiento para que la comunidad internacional se comprometa a prohibir universalmente esta práctica" dijo. Francisco insistió en que "en cada momento de su existencia, la vida humana debe ser preservada y tutelada, aunque constato, con pesar, especialmente en Occidente, la persistente difusión de una cultura de la muerte que, en nombre de una falsa compasión, descarta a los niños, los ancianos y los enfermos".

En contra de la "teoría de género"

El pontífice también criticó con fuerza "la teoría de género", que consideró "extremadamente peligrosa". "Desgraciadamente, los intentos que se han producido en las últimas décadas de introducir nuevos derechos, no del todo compatibles respecto a los definidos originalmente y no siempre aceptables, han dado lugar a colonizaciones ideológicas", dijo,

Y entre ellas "ocupa un lugar central la teoría de género, que es extremadamente peligrosa porque borra las diferencias en su pretensión de igualar a todos. Tales colonizaciones ideológicas provocan heridas y divisiones entre los Estados, en lugar de favorecer la construcción de la paz", aseveró.