El padre de Joaquín acudió a la comisaría local a medianoche, mencionando que lo había buscado durante toda la tarde. Expresando su preocupación porque su hijo era epiléptico.
A partir de ese momento, las autoridades iniciaron la búsqueda y cerca de las 15 horas de ayer, su cuerpo fue encontrado entre las piedras de un arroyo ubicado a unos 1.500 metros de su casa, un camino que el jovencito solía utilizar ocasionalmente.
En el lugar trabajaron los efectivos de la comisaría local, la Policía Científica y el médico de turno, quien examinó el cuerpo y determinó que el fallecimiento se produjo por asfixia por inmersión. Por tal motivo, el Juez de Instrucción N.º 3 dispuso que el cuerpo sea entregado a sus familiares para el velatorio e inhumación.