El Jardín de Infantes N° 146 “Los Changuitos”, ubicado en Santiago del Estero, fue víctima de un robo durante el pasado fin de semana largo. Sin embargo, lo que llamó la atención de las autoridades escolares no fue solo la desaparición de varios electrodomésticos y objetos personales, sino también la carta que los ladrones dejaron tras cometer el crimen.
El miércoles, al regresar a clases, el personal directivo del jardín se encontró con el desagradable descubrimiento: cartucheras, una notebook, un parlante, una pava eléctrica, un pendrive con música e incluso alimentos habían sido sustraídos de las instalaciones. Pero lo que más desconcertó a la directora de la institución, Verónica Jérez, fue la carta que los delincuentes habían dejado tras ellos.
En la misiva, escrita a mano y adornada con tres corazones al final, los ladrones pedían disculpas por sus acciones y justificaban su accionar en base al difícil contexto económico que atraviesan. “Lo sentimos mucho por las cosas que nos llevamos, pero sepan entendernos, que las cosas no están bien. No nos llevamos cosas de valor porque no somos malas personas y, de verdad, lo siento mucho. Espero nos perdonen”, decía la carta.
Para Jérez, el golpe no solo fue material, sino también emocional: “Son cosas de valor. Lo que más duele son los materiales didácticos que los padres, con tanto sacrificio, compraron para que sus hijos puedan trabajar en esta primera etapa de aprendizaje”.
Las investigaciones apuntan a que los ladrones habrían forzado una ventana para acceder al recinto y, posteriormente, buscaron las llaves para acceder a las aulas. Lo que llevó a las autoridades a sospechar que los perpetradores del robo podrían tener conocimiento interno de la institución.
