El joven, alojado en la Alcaidía N°3 de Melchor Romero junto a sus amigos, expresó su intención de “recurrir al fallo” y solicitó que su nuevo abogado, el doctor Carlos Attías, interpusiera un “recurso de inaplicabilidad y nulidad de la sentencia recurrida”.
En su presentación —la primera que realiza uno de los condenados desde que están detenidos— apuntó contra Hugo Tomei, abogado que lo defendió durante la etapa probatoria y luego en el debate oral.
Benicelli confirmó que tenía un testigo clave a su favor y que fue el propio Tomei quien propuso presentarlo durante el juicio. Se trata de Alejo Milanesi, uno de los jóvenes que era parte del grupo y que terminó siendo absuelto en la causa.
(Tomei) Lo propuso para que éste manifestara lo que vio y escuchó de lo sucedido en aquella fatídica noche, por ser un testigo privilegiado en el lugar, y porque mediante sus declaraciones podría persuadir a los sentenciantes que mi participación no fue determinante en el resultado de la muerte de Fernando Báez Sosa”, indicó Benicelli.
“Pero quien debía garantizar mi defensa, inexplicablemente desistió del testigo en la misma audiencia. Las explicaciones que me brindó con posterioridad es que la declaración de Milanesi podría agravar la situación procesal de los otros co-defendidos”, agregó.