SALUD | Nacionales | 15/10/2024
Se estima que uno de cada tres tumores que se detectan en la Argentina es un cáncer de mama y cada año, más de 22 mil mujeres son diagnosticadas la enfermedad en la Argentina, según las estadísticas del Instituto Nacional del Cáncer. 

Estos números reflejan la incidencia de la afección y la posiciona como el tipo de cáncer más común entre la población femenina.

 

Pero como en todo problema de salud, detrás de cada diagnóstico, se esconde una historia de vida, un momento de conmoción y el inicio de un camino lleno de desafíos tanto físicos como emocionales.

 

 

En el Mes de Concientización sobre el Cáncer de Mama, la Sociedad Argentina de Mastología (SAM) organizó el 8 de octubre el encuentro “Compartiendo experiencias”.

En esta jornada se presentaron tres obras relacionadas con la enfermedad, que invitaron a los asistentes a reflexionar sobre las emociones y vivencias que atraviesan las pacientes durante el tratamiento. El objetivo fue humanizar la experiencia de la afección y permitir que cada persona conectara con sus sentimientos y con otros individuos que vivieron o se encuentran atravesando situaciones similares.

 

El tratamiento del cáncer de mama se basa en la detección temprana y la elección de una estrategia terapéutica personalizada. En ese marco, en los últimos años surgió una tendencia hacia la humanización del abordaje de la enfermedad. Esta corriente busca acompañar a las pacientes no solo en el aspecto médico, sino también en el emocional. El objetivo se centra en que cada persona pueda expresar sus sentimientos, trabajar sus miedos y compartir experiencias con quienes vivieron procesos similares.

 

Según la doctora Carola Allemand (MN 114.058), mastóloga y miembro de la Sociedad Argentina de Mastología, este enfoque ofrece “una oportunidad de sentirse acompañadas y comprendidas en un momento de gran vulnerabilidad. Ver reflejados sus temores, incertidumbres y emociones en las historias de otras mujeres puede generar una sensación de pertenencia y aliviar el aislamiento emocional que muchas veces acompaña a un diagnóstico de cáncer”.