Estos
números reflejan la incidencia de la afección y la posiciona como el tipo de
cáncer más común entre la población femenina.
Pero como
en todo problema de salud, detrás de cada diagnóstico, se esconde una historia
de vida, un momento de conmoción y el inicio de un camino lleno de desafíos
tanto físicos como emocionales.
En el Mes
de Concientización sobre el Cáncer de Mama, la Sociedad Argentina de Mastología
(SAM) organizó el 8 de octubre el encuentro “Compartiendo experiencias”.
En esta
jornada se presentaron tres obras relacionadas con la enfermedad, que invitaron
a los asistentes a reflexionar sobre las emociones y vivencias que atraviesan
las pacientes durante el tratamiento. El objetivo fue humanizar la experiencia
de la afección y permitir que cada persona conectara con sus sentimientos y con
otros individuos que vivieron o se encuentran atravesando situaciones
similares.
El
tratamiento del cáncer de mama se basa en la detección temprana y la elección
de una estrategia terapéutica personalizada. En ese marco, en los últimos años
surgió una tendencia hacia la humanización del abordaje de la enfermedad. Esta
corriente busca acompañar a las pacientes no solo en el aspecto médico, sino
también en el emocional. El objetivo se centra en que cada persona pueda
expresar sus sentimientos, trabajar sus miedos y compartir experiencias con
quienes vivieron procesos similares.
Según la doctora Carola Allemand (MN 114.058), mastóloga y miembro de la Sociedad Argentina de Mastología, este enfoque ofrece “una oportunidad de sentirse acompañadas y comprendidas en un momento de gran vulnerabilidad. Ver reflejados sus temores, incertidumbres y emociones en las historias de otras mujeres puede generar una sensación de pertenencia y aliviar el aislamiento emocional que muchas veces acompaña a un diagnóstico de cáncer”.