Rescate con petróleo: el antecedente mexicano del fondo que Scott Bessent quiere activar para Argentina

23 de septiembre de 2025

En 1995, México recibió 20,000 millones de dólares del Tesoro de Estados Unidos a cambio de entregar la renta petrolera como garantía de pago, junto con un severo ajuste fiscal y mayor transparencia en sus cuentas.

En 1995, en plena crisis financiera y cambiaria del Tequila, México recibió hasta 20.000 millones de dólares del Exchange Stabilization Fund (FEC) del Tesoro de Estados Unidos, el mismo que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, prometió este lunes activar para Argentina.

La condicionalidad que exigió Estados Unidos a México fue inédita: entregar como garantía de repago la renta petrolera. Si el país no podía cumplir con los vencimientos de deuda, Washington tendría derecho a intervenir directamente las cuentas en bancos norteamericanos donde se depositaban los ingresos por exportación de crudo y cobrarse de manera automática.

«Fue un pedido muy delicado en ese momento, un arreglo riesgoso porque iba en contra o por encima del Congreso mexicano y de la soberanía del país. Se negoció al margen del Congreso», recuerda Federico Rubli Kaiser, exfuncionario del banco Central de México (Banxico) y parte del equipo negociador con el Tesoro.

Además de esa garantía, Estados Unidos exigió transparencia total en las cifras del Banxico, que hasta ese momento publicaba su valor de reservas solo tres veces al año, y un ajuste fiscal ortodoxo, «con recortes severos que en un inicio parecían imposibles», agrega el entonces negociador.

El paquete tuvo tres componentes: swaps de corto plazo a tres meses, otros de mediano plazo con vencimientos de hasta cinco años y garantías para emisiones de bonos del gobierno mexicano a diez años, que no fueron utilizadas.

De los 20.000 millones de dólares disponibles, México utilizó 12.000 millones y terminó pagando la deuda tres años antes de lo previsto, en enero de 1997, con más 500 millones de dólares en intereses. La tasa que se aplicó era considerada razonable para una situación de crisis, explica Rubli, más alta de lo habitual, pero manejable para la economía mexicana que en ese momento buscaba estabilizarse.

«El Tesoro es más duro que el FMI», recuerda Rubli Kaiser, «quiere resultados inmediatos y actúa en defensa de los actores del sistema financiero. El FMI se concentra más en el ajuste macroeconómico».

El FEC es un fondo del Tesoro de Estados Unidos creado para estabilizar monedas de países estratégicos. México lo era en ese momento porque podía desatar una crisis financiera internacional, y Argentina lo es en este momento por motivos políticos. Lo maneja directamente el secretario del Tesoro, con discrecionalidad, aunque debe contar con aprobación presidencial y garantizar una fuente segura de repago.

Desmentido el rumor de un préstamo de 30,000 millones de dólares que se mencionaron inicialmente, también queda la duda del soporte necesario que prometió Bessent. Según un informe de PxQ, el fondo dispone hoy de activos líquidos por unos 22,000 millones de dólares y uede intervenir comprando divisas, otorgando Derechos Especiales de Giro del FMI o mediante swaps de monedas con la Reserva Federal, un mecanismo que, de todos modos, no se usa desde 1992. «No creo que comprometan el 80% del Fondo para Argentina», arriesga Rubli Kaiser.


LPO.