La Justicia de Misiones investiga las circunstancias que rodearon la muerte de Erik Benjamín Bogado, un niño de 8 años de Santa Ana. La autopsia preliminar estableció que el fallecimiento se produjo a raíz de una infección generalizada, aunque el expediente continúa caratulado como “muerte dudosa” y se esperan informes complementarios.
El lunes por la noche, el menor ingresó descompensado al hospital de pediatría Fernando Barreyro, derivado desde el hospital de nivel I de Santa Ana, donde había recibido la primera atención. Pese a los intentos médicos, llegó sin signos vitales y no pudo ser reanimado.
El Juzgado de Instrucción 7 de Posadas, a cargo del juez Miguel Mattos, ordenó la autopsia cuyo resultado preliminar se conoció el jueves. Según el informe, el niño presentaba una lesión en la zona anal que derivó en una infección generalizada. No obstante, los peritos descartaron signos de abuso sexual.
Las fuentes consultadas calificaron la pericia como “compleja” y remarcaron que se aguardan nuevos estudios para definir los pasos a seguir.
En paralelo, familiares y allegados al pequeño realizaron dos manifestaciones frente al hospital de Santa Ana: la primera el martes a la noche y la segunda el miércoles por la tarde. En ambas ocasiones apuntaron contra el personal médico que lo atendió inicialmente, a quienes acusan de presunto mal desempeño.
El caso continúa bajo investigación judicial.