La aprobación del Presupuesto 2026 en el Concejo Deliberante y la Municipalidad de Posadas dejó un mensaje oficial de eficiencia, modernización y reducción del gasto político; sin embargo, la discusión pública tomó otro rumbo.
Si bien la Municipalidad anunció la eliminación de 13 tasas y una reducción del 40% en la estructura jerárquica, el proyecto incorporó simultáneamente la creación de la nueva Tasa de Barrido y Limpieza, un tributo que generó malestar entre los posadeños, quienes señalan que la presión impositiva no disminuye sino que cambia de nombre.
El Ejecutivo sostiene que la medida forma parte de un proceso de simplificación administrativa y ordenamiento financiero. No obstante, vecinos y comerciantes expresaron que la información oficial “no deja en claro qué se elimina y qué se reemplaza”, ya que la Tasa General de Inmuebles pasa a renombrarse como “Barrido y Limpieza” y se aplicará de manera mensual, con valores ajustados según la zonificación y el tipo de servicio recibido. En la práctica, advierten que el esquema podría traducirse en un costo adicional para numerosos contribuyentes, en especial aquellos que viven en zonas donde la prestación es irregular.
El nuevo gravamen incluye además un recargo del 200% para terrenos baldíos y amplía su alcance a unidades funcionales, complejos habitacionales y propiedades alcanzadas por valuación fiscal. Para los opositores, esta ampliación de la base tributaria se contradice con el anuncio de alivio fiscal. “El Municipio dice eliminar tasas, pero crea una más fuerte y más amplia”, cuestionaron representantes barriales al señalar que la medida llega en un contexto donde los servicios urbanos presentan deficiencias evidentes. Entre las principales quejas destacan la falta de luminarias —uno de los reclamos más recurrentes de la ciudad—, desmalezamiento irregular y problemas persistentes en el mantenimiento de espacios públicos.
En paralelo, el Ejecutivo avanzará con la incorporación del personal del Concejo Deliberante a su estructura para reforzar áreas operativas. Desde la gestión sostienen que esto permitirá mejorar la presencia territorial y dar respuestas más rápidas en los barrios, aunque legisladores y analistas remarcan que la verdadera demanda ciudadana es la prestación efectiva de servicios antes de profundizar la carga impositiva. El presupuesto municipal, que supera los $109 mil millones para el año próximo, apuesta a un reordenamiento interno, pero deja abiertas dudas sobre el impacto real que tendrán las nuevas disposiciones en el bolsillo de los contribuyentes y en la calidad de vida de los posadeños.